Los expertos que finalizaron el domingo de examinar los restos hallados en dos osarios del Vaticano concluyeron que no había huesos lo suficientemente recientes como para ser los de Emanuela Orlandi, una adolescente desaparecida hace 36 años, anunció la Santa Sede.

Estas miles de osamentas o fragmentos de huesos fueron extraídos el 20 de julio en el subsuelo del Colegio Pontifical Teutónico.

Pero Giovani Arcudi, médico forense encargado de dirigir los análisis, “no encontró ninguna estructura ósea que se remonte a un periodo posterior a finales del siglo XIX”, anunció el Vaticano en un comunicado.

El experto designado por la familia Orlandi reclamó análisis más exhaustivos de unos 70 huesos, que el profesor Arcudi consideró inútiles debido a la antigüedad de sus estructuras.

La gendarmería del Vaticano, en cambio, clasificó y se hizo cargo de estos restos, a la espera de una decisión del tribunal.

Según los expertos, las osamentas halladas habían sido trasladadas a estos osarios durante unas obras realizadas en el Colegio Pontifical y en el cementerio contiguo, entre 1970 y 1980.

Entre ellos podrían estar los de dos princesas inhumadas en el siglo XIX en el pequeño cementerio, y cuyas tumbas se encontraron vacías durante las excavaciones a principios de julio.

El verano pasado, el abogado de la familia Orlandi había recibido un mensaje anónimo que insinuaba que los restos de la adolescente se encontraban junto a los de una de las princesas.

Emanuela Orlandi, hija de un funcionario del Vaticano, desapareció después de asistir a un curso de música en Roma el 22 de junio de 1983. Desde entonces, el caso dio lugar a múltiples teorías que nunca se han probado.

Una examante de Enrico de Pedis, jefe de la banda de Magliana, que aterrorizó Roma entre 1970 y 1980, afirmó que éste secuestró a la chica y sepultó su cuerpo en cemento.

Para verificarlo, la justicia italiana ordenó abrir en 2012 la tumba del hombre, asesinado en 1990 en un ajuste de cuentas.

Otra teoría apunta a que la adolescente fue secuestrada para conseguir la liberación de Mehmet Ali Agca, el turco que intentó asesinar al papa Juan Pablo II en 1981.

En una carta abierta citada por los medios de comunicación italianos esta semana, Ali Agca, que fue liberado en 2010, aseguró que Emanuela Orlandi está viva y que hay que buscar su pista en los archivos de la CIA.