Las esperanzas de encontrar supervivientes de uno de los peores desastres marítimos de Hungría se desvanecieron el jueves, un día después de que una colisión en el Danubio dejara un saldo de siete turistas surcoreanos muertos y otras 21 personas desaparecidas.
El barco de turismo “La sirena” zozobró y se hundió en cuestión de segundos después de chocar con un enorme crucero fluvial de pasajeros en un tramo muy transitado del río en el corazón de Budapest, bajo la lluvia torrencial del miércoles por la noche.
Se sabe que sólo siete personas han sobrevivido hasta ahora. El capitán del barco y un miembro de la tripulación, ambos húngaros, se encuentran entre los desaparecidos.
A bordo iban un total de 33 surcoreanos, según Seúl. En la embarcación también se encontraban dos miembros de la tripulación húngaros.
La policía húngara anunció el jueves que detuvo al capitán del barco “Viking Sigyn“, de 135 metros de eslora, que colisionó con “La sirena”, de sólo 26 metros.
“El capitán ucraniano del crucero fue interrogado como sospechoso por los investigadores”, explicó la policía en un comunicado.
“Después de ser interrogado, Yuriy C., de 64 años, residente de Odesa, quedó bajo custodia policial y se ordenó su arresto”, añadió la declaración.
La policía abrió una investigación penal “por negligencia criminal en una vía navegable pública”.
“Siete personas fueron hospitalizadas en situación estable y nuestros servicios constataron la muerte de otras siete personas”, indicó por su parte Pal Gyorfi, portavoz de los servicios de rescate, durante un encuentro con la prensa la madrugada del jueves.
Las fuertes lluvias registradas desde principios de mayo aumentaron los niveles de las aguas del río, lo que complicaba las labores de rescate.
El accidente se produjo en una zona muy popular para los viajes de placer por el río Danubio, desde la que se pueden ver la ciudad y el edificio del Parlamento, iluminado de noche.
El barco fue hallado tras varias horas de búsqueda cerca del puente Marguerite, que conecta la ciudad vieja, Buda, y el distrito de Pest, según medios locales.
Las autoridades bloquearon el acceso al río, según la televisión local.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, ordenó “desplegar todos los recursos disponibles” para el rescate, según la oficina presidencial.
El ministro húngaro de Salud, Ildiko Horvath, visitó el lugar de los hechos para expresar sus condolencias a las familias de las víctimas.