Las elecciones presidenciales han dejado varios récords en Ucrania. Primero, y de acuerdo con el conteo prelimir, publicado por la Comisión Electoral en la mañana de este pasado lunes, el showman Volodímir Zelenski se ha llevado la victoria con casi tres cuartos de los votos. Esto no había sucedido antes, en casi 30 años de independencia del país. Al actual presidente, Petro Poroshenko, lo eligieron poco menos del 25 por ciento de los votantes.
Otro récord: la velocidad con la que Zelenski se catapultó a la cima del Estado. Anunció su candidatura en la víspera de Año Nuevo y, solo tres meses después, ganó la primera ronda electoral, a finales de marzo, con el 30 por ciento de los votos. En el balotaje, tres semanas después, obtuvo este domingo más del doble de esos apoyos.
La siguiente novedad, para Ucrania, está en la derrota de un político de carrera frente un novato, a un actor que interpreta –en la popular serie de televisión “Servidor del Pueblo”– a un maestro de escuela que es elegido presidente.
El secreto del éxito de Zelenski
¿Cómo ha podido este novato político de 41 años, sin un programa claro y casi sin campaña electoral, conseguir semejante voto de confianza? El resultado electoral de Zelenski sorprende solo a primera vista. Los sondeos de opinión muestran, desde hace años, el desencanto político de los ucranianos. Y, además, que los ciudadanos quieren ver nuevos políticos.
Ya en una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) en abril de 2018, un año antes de la elección, Zelenski punteaba como el más popular de una lista de 30 personas. El 40 por ciento de los encuestados lo valoraba positivamente, otro tanto lo hacía con neutralidad y solo el 11 por ciento tenía una opinión negativa sobre él.
En el mismo estudio, por otro lado, Poroshenko obtuvo alrededor de un diez por ciento de valoraciones positivas, 13 por ciento neutrales y más de 70 por ciento negativas.
La victoria de Zelenskies el resultado de una decepción que limita con la ira hacia el presidente anterior. De ahí que, en el debate público propuesto por Zelenski,en el Estadio Olímpico de Kiev, el actor le espetara a Poroshenko: “No soy su oponente, soy su sentencia”.
Pero hay otras razones para el traspaso de poder en Ucrania: los ucranianos son aparentemente reacios a darles una segunda oportunidad a sus jefes de Estado. De sus cinco presidentes, hasta hoy, solo Leonid Kuchma logró reelegirse, en 1999.
Para los observadores, Petro Poroshenko subestimó el deseo de cambio de sus compatriotas, al tiempo que sobrestimó el impacto de sus logros de política exterior, entre los que se contaba la entrada sin visado al espacio Schengen y el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).
No obstante, el descontento creció entre los ucranianos, partiendo por la forzada política cultural pro-ucraniana tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, pasando por el cambio de nombre de ciudades, pueblos y calles con denominaciones y nombres soviéticos, hasta el aumento de los precios del gas y las denuncias de corrupción en el entorno del ahora saliente presidente.
El intento de Poroshenko de sacar provecho como líder supremo en la guerra del Donbás no funcionó. Y tampoco sus esfuerzos por fundar una Iglesia Ortodoxa ucraniana, independiente de Rusia, le brindaron simpatía adicional alguna.
De acuerdo con la mayoría de los observadores, la campaña electoral de Poroshenko fue débil y sin nuevas ideas. Al mismo tiempo, su oponente evitó entrevistas y prefirió –con éxito- llegar a los jóvenes a través de las redes sociales.
¿Hará Zelenski concesiones a Rusia?
Poroshenko perdió apoyos en las regiones centrales, en el corazón del país, cuyo peso ha aumentado tras la pérdida de Crimea y parte de Donbás. Y perdió también en la región más densamente poblada del país, Dnipropetrovsk.
Quizás los buenos resultados electorales de Zelenski estén también relacionados con el hecho de que el recién electo presidente procede de Kryvyj Rih, la segunda ciudad industrial más grande de esta región.
Zelenski obtuvo sus mejores resultados en las regiones de habla rusa en el sur y el este de Ucrania, donde en el pasado ganaban candidatos que apostaban por el acercamiento con Rusia.
La pregunta sobre cómo se comportará Zelenski de cara a Moscú es una de las más importantes de su presidencia. Hasta ahora, el ganador de las presidenciales ucranianas se ha sido parco, asegurando, apenas, que mantendrá el actual curso hacia la integración europea.
Pero los observadores cuentan de antemano con su mayor disposición a llegar a acuerdos que impliquen concesiones en conversaciones con el Kremlin, algo que Zelenski ya ha insinuado. Uno de los puntos más importantes será el destino de los de facto congelados Acuerdos de Minsk para la reintegración a Ucrania de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.
¿Cuáles son los mayores riesgos para la Ucrania de Zelenski?
Para superar el punto muerto en el proceso de Minsk, así como para llevar a cabo reformas en el país, Zelenski necesita una mayoría en el Parlamento, que se definirá en los comicios legislativos de este otoño.
Por ahora, el recién fundado partido de Zelenski, “Servidor del Pueblo”, lidera las encuestas. Sin embargo, mucho dependerá de los primeros meses de mandato del nuevo presidente, y de la gente en la que este político novato se apoye para gobernar. Entretanto, Poroshenko ya anunció que seguirá políticamente activo para defender sus logros. “El nuevo presidente tendrá una fuerte oposición”, dijo.
Uno de los mayores riesgos para Ucrania después de la victoria de Zelenski es probablemente el peligro de una nueva confrontación al interior de la sociedad ucraniana. Las elecciones muestran nuevamente la antigua división en los frentes pro-occidental y pro-ruso. Y a esta polarización se agrega una nueva línea divisoria, pues los que abrazan a Occidente se deslindan ahora entre seguidores y oponentes de Zelenski.
Otro peligro, según los críticos del recién electo mandatario ucraniano, es que la influencia de los oligarcas en el país siga aumentando, como consecuencia de su falta de experiencia política.
Tras la primera ronda electoral, Poroshenko afirmó que Zelenski era un títere del magnate de los medios Ihor Kolomoyskyi. El propio Zelenski rechaza cualquier conexión política con el empresario, que actualmente vive en el extranjero.
Como sea, según observadores, quizás el mayor desafío para el nuevo presidente serán las altas expectativas y esperanzas de la gente. A diferencia de sus antecesores, sin embargo, Zelenski comienza, al menos, con una ventaja: ha prometido gobernar solo por un período.