Si bien el papa Francisco ha sido el primer pontífice en condenar públicamente y tomar acciones concretas en contra de los abusos de sacerdotes y religiosos contra niños, en ocasiones su discurso parece oscilar entre este nuevo camino y el tradicional hermetismo de su institución.

Esto porque a sólo un día de iniciarse en el Vaticano el cónclave de obispos que escuchará los testimonios de víctimas de abusos sexuales, la agencia alemana DPA difundió un discurso del líder del catolicismo donde califica de “familiares del diablo” a quienes acusan a la iglesia.

“No se puede vivir toda la vida acusando, acusando, acusando a la iglesia… aquel al que la biblia llama ‘el gran acusador’, ¿quién es? Es el diablo. Y los que se pasan la vida acusando, acusando, acusando no diré que son hijos -porque el diablo no tiene ninguno- pero sí amigos, primos o familiares del diablo”, señaló Francisco espontáneamente este miércoles durante encuentro en El Vaticano con fieles de la localidad de Benevento (sur de Italia), previo al saludo general desde el Aula Pablo VI, detalla el diario mexicano Excelsior.

Según detalla el semanario argentino Perfil, el Papa ejemplificó en el padre Pío, un sacerdote italiano reverenciado en todo el mundo por sus dolorosos estigmas y los milagros que le atribuyen por sus seguidores, la conducta debida.

“Este cura amó a la iglesia con sus problemas y adversidades. No la ha destruído con la lengua, como está de moda hacer ahora”, aseveró Francisco.

Las palabras del sumo pontífice se conocen tras la apertura este jueves de la cumbre que reune a 190 líderes eclesiásticos, la que inició con 5 horas de duros testimonios de víctimas de abusos, incluyendo al chileno Juan Carlos Cruz, quien ha librado una batalla a nombre de las víctimas del exsacerdote Fernando Karadima.

“El amor humano es imperfecto y sujeto al egoísmo personal, frente al amor de Dios que siempre permanece. Es un amor del que no podemos dudar, porque la experiencia fundamental del cristiano es saber que somos sus hijos amados”, indicó en la misma instancia Jorge Mario Bergoglio, añadiendo que la experiencia familiar “no es suficiente para entender esta paternidad”.

No es la primera vez que el papa Francisco cambia de opinión frente a denuncias de abusos sexuales. Durante su visita a Chile en enero del año pasado, rompió el protocolo y respondió molesto a Radio Bío Bío que exigía “pruebas” contra el entonces obispo de Osorno, Juan Barros, fuertemente cuestionado por la comunidad de Osorno bajo cargos de encubrir a Karadima.

“No hay una sola prueba en su contra. Todo lo demás es calumnia”, espetó el Papa en ese entonces.

Su respuesta provocó una crisis que sólo se aplacó tras escuchar personalmente a algunas de las víctimas de Karadima. Seis meses después, Francisco aceptó la renuncia de Barros.