España, convocada el próximo 28 de abril a sus terceras elecciones legislativas en poco más de tres años, padece desde finales de 2015 una inestabilidad política crónica, con un Parlamento muy fragmentado.
Diciembre de 2015: el bipartidismo se hace añicos
Las elecciones legislativas del 20 de diciembre de 2015 marcan el fin del bipartidismo entre el Partido Popular (PP, conservador) de Mariano Rajoy, que gana aunque perdiendo su mayoría absoluta, y el Partido Socialista (PSOE), que queda en segundo lugar pero también perdiendo terreno.
Dos nuevos partidos, la izquierda radical de Podemos y el centroderecha de Ciudadanos, entran con fuerza en un Parlamento fraccionado como nunca desde el restablecimiento de la democracia en 1977 tras el fin de la dictadura de Francisco Franco.
El socialista Pedro Sánchez alcanza un acuerdo con Ciudadanos, pero insuficiente para ser investido. Nuevas elecciones el 26 de junio de 2016 otorgan al PP un ligero avance, pero el bloqueo persiste.
Octubre de 2016: Rajoy reinvestido
Luego de diez meses de parálisis política, Mariano Rajoy es reinvestido el 29 de octubre como presidente del gobierno gracias a los votos de Ciudadanos y la abstención de una parte de los socialistas.
Estos últimos habían defenestrado poco antes a su jefe, defensor del “no es no” frente a un nuevo gobierno de Rajoy, al culparlo del peor resultado electoral de los socialistas en 40 años.
En el gobierno, Rajoy logra hacer aprobar sus presupuestos en 2017 y 2018, al precio de otorgar amplias concesiones a los nacionalistas vascos y a los regionalistas de las islas Canarias.
Junio de 2018: Sánchez reemplaza a Rajoy
El 24 de mayo, el PP es condenado, tras años de instrucción, en un megaproceso por corrupción. Pedro Sánchez, devuelto al frente del PSOE por las bases, presenta una moción de censura contra Rajoy.
La moción triunfa, coronando a Sánchez como nuevo presidente del gobierno, gracias a los votos de Podemos, los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes, furiosos con Rajoy que suspendió la autonomía de Cataluña y destituyó a su gobierno tras la tentativa de secesión en octubre de 2017.
Febrero de 2019: presupuesto tumbado, elecciones convocadas
A la cabeza del gobierno más minoritario de la democracia española, Sánchez presenta un presupuesto antiausteridad, negociado con Podemos, con la esperanza de agotar la legislatura, que finaliza en junio 2020.
Pero fracasan las negociaciones con los independentistas catalanes, que reclaman un referéndum de autodeterminación inaceptable para Sánchez, justo cuando comienza en Madrid un juicio histórico contra los dirigentes separatistas.
El 13 de febrero, los diputados independentistas rechazan el presupuesto junto al PP y Ciudadanos, precipitando el fin de la legislatura. Dos días más tarde, Sánchez anuncia las legislativas anticipadas para el 28 de abril.
Unos comicios en medio de un paisaje político complejo: tres partidos, PSOE, PP y Ciudadanos, se baten a duelo por el primer lugar, mientras los sondeos predicen la irrupción de una quinta fuerza: el partido ultraderechista de Vox, que podría estar en posición de formar una mayoría con PP y Ciudadanos, según encuestas.