Miles de personas se congregaron este martes en Barcelona para protestar contra el juicio iniciado en el Tribunal Supremo a doce dirigentes independentistas catalanes por el intento de secesión en octubre de 2017.
Con decenas de banderas independentistas y carteles con el lema “Libertad presos políticos”, los manifestantes coparon a partir de las 19:00 horas (15:00 horas de Chile) la céntrica plaza Cataluña al grito de “No es un juicio, es una farsa”.
Según la policía municipal, 6.000 personas se congregaron en esta protesta, lejos de los decenas y cientos de miles convocados antaño por el movimiento independentista que vive horas bajas tras el fracaso del intento de secesión de 2017.
“Decidir no es un delito y ni un referéndum ni la autodeterminación se pueden juzgar, ni mucho menos condenar”, lanzó desde el escenario el vicepresidente del gobierno independentista regional, Pere Aragonés.
La concentración, que tuvo réplicas en otras ciudades catalanas como Girona y Tarragona, es la primera de un ciclo de protestas convocadas por partidos y asociaciones independentistas a raíz del juicio contra los exdirigentes de la región por el intento de secesión de octubre de 2017.
Entonces, el gobierno regional dirigido por Carles Puigdemont impulsó un referéndum considerado ilegal de autodeterminación con el que el Parlamento catalán justificó posteriormente una infructífera declaración de independencia.
Doce de los protagonistas de ese intento fallido se sentaron este martes en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo, en Madrid. Nueve de ellos, acusados del grave delito de rebelión, llevan meses en prisión preventiva.
Este delito, que implica un “alzamiento violento” genera indignación entre los independentistas que siempre reivindican el pacifismo de su movimiento.
“Es todo una invención, una manipulación. Aquí no ha habido ningún tipo de violencia, sólo manifestaciones y una votación”, se quejaba Jordi Parera, un técnico comercial de 60 años que participaba en la protesta.
“Éste es un juicio que se demostrará injusto porque no es un juicio sobre unos hechos, es un juicio sobre unas ideas”, insistió.
Las protestas prosiguen el sábado con una gran marcha en Barcelona bajo el lema “La autodeterminación no es un delito”. El 21 de febrero está prevista una huelga general y el 16 de marzo una protesta en Madrid.