El papa Francisco pidió el domingo una “solución justa y pacífica” ante la “grave situación” que enfrenta Venezuela, a raíz del creciente rechazo internacional al gobierno de Nicolás Maduro y la autoproclamación del jefe del Parlamento como presidente interino.

Los dichos los emitió en Ciudad de Panamá durante la oración del Ángelus esperando que Venezuela supere “la crisis, respetando los derechos humanos y deseando exclusivamente el bien de todos”.

Al término de su viaje de cinco días, Francisco se pronunció sobre la situación del país petrolero tras un primer comunicado del Vaticano el jueves, en el que instaba a hacer esfuerzos para evitar “el sufrimiento” de los venezolanos.

Castigada por el colapso económico, Venezuela entró en una peligrosa escalada de tensiones el miércoles último.

Ese día el líder opositor Juan Guaidó se autojuramentó como mandatario interino luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” por iniciar el 10 de enero un segundo mandato considerado ilegítimo por parte de la comunidad internacional, que estima que su reelección fue fraudulenta.

Washington reconoció de inmediato a Guaidó como presidente interino, tras lo cual Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos y ordenó el cierre de la embajada venezolana y de todos los consulados en territorio estadounidense.

Maduro, que se aferra a los militares para conservar el poder, rechazó un ultimátum que le dio Europa para que convoque a elecciones libres.

El líder venezolano suma el apoyo de China, Rusia, Turquía, Cuba y Bolivia, en tanto México y Uruguay no reconocieron a Guaidó y llamaron a un diálogo.

Este domingo Guaidó definirá la fecha de una “gran marcha”, tras una semana que dejó 29 muertos y más de 350 detenidos en protestas y disturbios, según grupos humanitarios.