El parlamento griego aprobó este viernes el acuerdo histórico sobre el nuevo nombre de Macedonia, poniendo fin a un asunto que envenenaba desde hace años las relaciones entre los dos países vecinos.
Más de 151 diputados de los 300 que componen el parlamento ratificaron este acuerdo que allana el camino de la adhesión de la República de Macedonia a la Unión Europea (UE) y la Organización de la Alianza Atlántica (OTAN), bloqueado hasta ahora por el veto griego.
Después del sí de los diputados de Macedonia del Norte, hace dos semanas, la ratificación por parte del Parlamento griego era el último acto de una disputa que se remonta a los años 1990, cuando se creó este pequeño país de los Balcanes, tras la disolución de Yugoslavia.
Además de normalizar las relaciones bilaterales, la entrada en vigor del acuerdo abrirá la vía a la adhesión de Macedonia del Norte a la Unión Europea y a la OTAN, a lo que Atenas se oponía hasta ahora.
La coalición gubernamental de Alexis Tsipras fue la primera víctima de esta controversia la semana pasada, cuando la salida del partido soberanista de los Griegos Independientes (Anel), fiel aliado del primer ministro, y la dimisión de su líder, Panos Kammenos, de la cartera de Defensa, debilitaron la mayoría del gobierno.
En un voto de confianza, Alexis Tsipras pudo asegurarse el apoyo de 151 diputados, aunque sigue siendo una mayoría frágil.
Además de los 145 diputados de su partido, Syriza, el primer ministro cuenta con los votos de al menos seis diputados más, disidentes de los pequeños partidos de centro-izquierda Kinal y Potami.