Un migrante venezolano que fue asesinado en la ciudad colombiana de Cali (suroeste) completó diez días de velorio por voluntad de su familia y una comunidad religiosa, que esperaban su “resurrección” tras recibir un mensaje divino.

César Alexis Blanco, de 20 años y quien hacía dos había migrado por la crisis económica y política en su país, recibió varios disparos el 10 de diciembre en Puerta del Sol, un barrio popular de Cali, en circunstancias que todavía no han sido esclarecidas.

En un principio sus familiares pretendían enterrarlo tan pronto les fuera entregado el cuerpo, pero la congregación de fe a la que pertenecen aseguró haber recibido un mensaje celestial que les hizo cambiar de planes.

“Dios encomendó que se trajera el cuerpo y se velara aquí (en la casa), entonces en eso Dios dice que va a hacer algo mayor: levantar al muchacho y que se va glorificar aquí en Puerta del Sol”, explicó Julio Blanco, padre de la víctima, a la AFP.

Blanco oficia como pastor de La Cueva de Adulam, una comunidad evangélica de 14 personas a la que también pertenecía su hijo.

El prolongado velorio, que completó el jueves diez días, obligó a la intervención de las autoridades ante el reclamo de los vecinos. En la tradición cristiana, en promedio un cuerpo es enterrado después de un día y medio de velorio.

“El cuerpo no huele porque lo han arreglado bien, pero las bacterias están saliendo del organismo de ese muchacho”, se quejó Luz Morán, habitante del barrio Puerta del Sol.

Tras la invervención de la Municipalidad de Cali, finalmente la familia se vio en la obligacion de enterrar a César este jueves, con acompañamiento policial, tras 10 días de velorio y sin que haya rescucitado.