El gobierno francés contempla desplegar policías en centros escolares, como parte de una serie de medidas para luchar contra la violencia escolar, después de que la semana pasada un estudiante apuntara con un arma, que resultó ser falsa, a una profesora.
El nuevo ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, presentó ante la prensa esa y otras medidas el viernes, al cierre de un “comité estratégico” coorganizado por los ministros de Educación, Jean-Michel Blanquer, y de Justicia, Nicole Belloubet, a petición de Emmanuel Macron.
El presidente francés había pedido que se tomaran “medidas” después de que la semana pasada circulara en las redes sociales un video de un estudiante apuntando con un arma a una profesora en un liceo en los suburbios de París. El arma resultó ser falsa pero el incidente levantó indignación entre los franceses.
Para evitar este tipo de incidentes, el gobierno prometió el viernes que pondrá en marcha una serie de medidas de seguridad y dijo que no excluía desplegar agentes de policía en establecimientos escolares, particularmente “en los barrios más difíciles” y en “momentos de tensión”.
“Las escuelas deben ser lugares sagrados, protegidos, que nuestros profesores estén protegidos y que nuestros estudiantes estén protegidos de esas violencias inaceptables”, señaló Castaner.
El adolescente de 15 años que fue filmado apuntando con un arma a su profesora para que lo borrara de la lista de ausentes fue imputado el domingo pasado por “violencia agravada”. Será juzgado por un tribunal de menores.
La profesora, que presentó una denuncia al día siguiente de los hechos, afirmó que no sabía si el arma era real o falsa.
Desde entonces, testimonios de miles de profesores sobre sus experiencias de violencia escolar han inundado las redes sociales bajo la etiqueta #pasdevague. Muchos citan ejemplos de casos ocultados según ellos por su jerarquía.
Según cifras oficiales, los casos de violencia verbal son los más comunes en los centros escolares franceses (más de ocho hechos graves entre 10 fueron cometidos por estudiantes contra el personal).
Ejecutados principalmente por varones, se producen sobre todo en las aulas y dan lugar a exclusiones, temporales o definitivas, en más de 90% de los casos.