La policía británica anunció el miércoles haber lanzado una orden europea de detención contra dos ciudadanos rusos sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, en marzo en Inglaterra, con un potente agente neurotóxico denominado Novichock.
Los dos hombres fueron identificados como Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, aunque se cree que estos nombres podrían ser falsos, declaró en rueda de prensa el jefe de la policía antiterrorista, Neil Basu.
“Es posible que estos no sean sus verdaderos nombres” aunque “tenían pasaportes rusos emitidos con estos nombres”, explicó Basu.
Las autoridades británicas difundieron las fotografías de los dos sospechosos y llamaron a la cooperación ciudadana para identificarlos.
“Si saben quiénes son, y los conocen con otro nombre, por favor manifiéstense”, pidió el jefe de la policía. “Estamos pidiendo a la gente en todo el mundo ¿los reconocen?”, agregó.
Según la policía, ambos sospechosos llegaron a Londres el 2 de marzo, pernoctaron esa noche en un hotel de la capital británica y al día siguiente viajaron a Salisbury, localidad del suroeste de Inglaterra donde residía Skripal.
“Creemos que contaminaron la puerta de entrada” de la casa del exespía ruso el 4 de marzo, precisó Basu.
Según la investigación, los sospechosos abandonaron Reino Unido ese mismo día.
Skripal y su hija fueron envenenados a comienzos de marzo en Salisbury con Novichok, un intento de asesinato que el gobierno británico atribuyó a Rusia, que niega categóricamente toda implicación.
El caso desató una grave crisis diplomática entre Rusia y los países occidentales que dio lugar a expulsiones cruzadas de diplomáticos.
Hospitalizados en estado crítico, Serguéi y Yulia Skripal lograron sobrevivir tras permanecer varias semanas en tratamiento intensivo en un hospital.
El 30 de junio una pareja de británicos resultó envenenada tras estar en contacto con el Novichok que se hallaba en un frasco. La mujer, Dawn Sturgess, de 44 años, falleció, pero su pareja, Charlie Rowley, sobrevivió y se encuentra hospitalizado en un estado “grave pero estable”.