El Tribunal Constitucional exigió el miércoles que el parlamento alemán reconozca legalmente el “tercer sexo” en los documentos administrativos, lo que convertiría a Alemania en el primer país europeo en ofrecer oficialmente esa posibilidad.
El Tribunal Constitucional, máxima jurisdicción alemana, emplazó a la cámara de diputados a votar la legalización del “tercer sexo” en las actas de nacimiento junto a la mención “masculino” y “femenino” antes de fines de 2018, según la decisión consultada por la AFP.
La jurisdicción basada en Karlsruhe invita a los diputados a introducir en esos documentos una mención que podría ser “inter”, “diverso” o cualquier otra “designación positiva del sexo”.
Desde mayo de 2013 y hasta hoy era posible en Alemania no rellenar el espacio relativo al sexo, dejándolo en blanco, y los interesados podían luego en el curso de sus vidas optar por el sexo masculino o femenino, o mantener sin precisar el género.
Pero la Corte federal de justicia, una instancia inferior, rechazó en agosto de 2016 ir más lejos y reconocer la existencia jurídica de un tercer sexo, considerando que “no sería legal”. Rechazó así la demanda de una persona intersexual, nacida en 1989 y registrada con el sexo femenino.
Esta persona, apoyada por una asociación favorable al tercer sexo, recurrió entonces a la más alta jurisdicción, la Corte constitucional. La persona demandante presentó a los jueces supremos análisis cromosómicos que evidenciaban que no era ni hombre ni mujer.
Si los diputados aceptan la demanda de los jueves constitucionales, ello convertiría a Alemania en el primer país en Europa en reconocer oficialmente un tercer género. En mayo, Francia rechazó la mención “sexo neutro”, al denegar la demanda de una persona nacida sin pene ni vagina.