El sacerdote católico francés que fue asesinado por dos yihadistas en una iglesia en Francia podría ser beatificado pronto, anunciaron este jueves miembros de la Iglesia.
Jacques Hamel, de 85 años, fue degollado frente a un puñado de fieles mientras daba una misa el pasado 26 de julio en Saint-Etienne-du-Rouvray, cerca de Ruán, en el norte de Francia.
El papa Francisco había aceptado excepcionalmente hace unos meses acortar el plazo para la apertura del proceso de beatificación, que generalmente es de cinco años.
“Si el proceso concluye exitosamente, el martirio del padre Jacques Hamel será oficialmente reconocido según los criterios de la iglesia católica”, señaló la diócesis, añadiendo que Hamel murió “por su fe”.
La beatificación es un primer paso hacia la canonización o la santidad. Los testigos directos de su muerte y todos los que lo conocieron serán convocados. Paralelamente, sus escritos (sermones, textos parroquiales) serán examinados por teólogos. El proceso de beatificación podría durar “meses o años”.