Un grupo de mujeres lleva desde el 9 de febrero en huelga de hambre en el centro de Madrid, para exigir que los partidos políticos tomen en cuenta una serie de propuestas para mejorar la lucha contra la violencia doméstica.
Inicialmente, ocho mujeres eligieron la Puerta del Sol, en pleno corazón de la capital española, para instalar una pequeña carpa y crear conciencia debido a que desde el inicio del año han muerto al menos 15 personas.
Desde entonces, el frío y la lluvia de los días pasados han mermado la salud de algunas, y ahora sólo quedan cuatro que subsisten a base de líquidos, duermen en el lugar y padecen problemas respiratorios. Una de las que tuvieron que abandonar la protesta fue hospitalizada este mismo viernes en un hospital de Toledo por problemas en un pulmón.
“El sistema no está protegiendo a la víctima”, asegura a la AFP Gloria Vázquez, una mujer gallega de 44 años que lleva en huelga desde el principio y preside la asociación Ve-la luz, integrada principalmente por mujeres víctimas de violencia doméstica.
Según explica, a pesar de la concienciación pública y las muchas medidas adoptadas se dan fenómenos como, por ejemplo, que una mujer separada de un maltratador se ve a continuación desprovista de sus hijos por problemas económicos.
Igualmente, critica que hay un elevado número de sobreseimientos de denuncias por violencia machista, y que en otros casos, los maltratadores piden la custodia de los hijos por la vía civil y lo consiguen pese a tener un proceso en su contra por la vía penal.
Por eso, considera que una mujer separada de una pareja violenta y con menores a su cargo “se enfrenta a la pérdida de custodia y de todo, hasta de sus hijos”.
En respuesta a esto, su asociación ha elaborado una lista de 25 reivindicaciones, que presentó el 6 de febrero a los partidos políticos representados en el Parlamento, los cuales deben ultimar en los próximos meses un pacto de Estado contra esta lacra.
Entre esos puntos se pide la pérdida de la patria potestad para los maltratadores, sin derecho a visitas, que ante indicios de violencia no se aplique la custodia compartida, y que se reconozca “como una forma de violencia de género” la multiplicación de pleitos por parte de los maltratadores para al final salir ganando.
España ya se dotó en 2004 de una ley integral contra la violencia de género. El país cuenta desde 2002 con un observatorio especializado, y con un número habilitado para las víctimas, el 016.
En el tercer trimestre de 2016 hubo 38.402 denuncias, un 14% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos de ese observatorio. También en el 3er trimestre de 2016 hubo un porcentaje de condenas del 69,5%.
Para mejorar la prevención, la protección y el cuidado de las víctimas, ahora se está preparando un pacto de Estado, que está siendo elaborado por una subcomisión parlamentaria, y que se espera quede completado en junio.