Ningún elemento permite vincular el asesinato cometido el jueves por la noche en una residencia para religiosos cerca de Montpellier, en el sur de Francia, con el “terrorismo islamista“, declaró el viernes el fiscal Christophe Barret.
El asesinato en este asilo para religiosos jubilados hizo saltar las alarmas en Francia, un país todavía traumatizado tras una oleada de atentados yihadistas, incluido el asesinato de un cura en una iglesia en julio pasado.
“Se desconocen las motivaciones” del autor, pero los investigadores privilegian una “pista local”, señaló Barret, fiscal de Montpellier durante una conferencia de prensa.
El atacante, armado con una escopeta y un cuchillo, irrumpió en la residencia ubicada en la localidad de Montferrier-sur-Lez, poco antes de las 18:00 del jueves (hora de Chile).
La víctima, una empleada de la residencia, fue asesinada con arma blanca, según fuentes de la investigación.
La policía encontró en las inmediaciones un vehículo dentro del cual hallaron un arma falsa de tipo airsoft y “otros elementos” que les permitieron identificar al sospechoso, un hombre de 45 años residente de la misma localidad.
Las autoridades francesas lanzaron una caza al hombre para dar con el paradero del sospechoso que logró huir.
Más de 130 policías y gendarmes estaban desplegados el viernes por la mañana. Un helicóptero sobrevolaba la zona.
“El sospechoso es peligroso por lo que es importante alertar a las autoridades si lo encuentran“, señaló el subcomandante de la gendarmería, el general Jean-Philippe Lecouffe durante una conferencia de prensa.
En la residencia “Les Chênes Verts” viven unos 60 antiguos misioneros que trabajaron en África y unas seis monjas, con una media de edad de 75 años.