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Caroline Kennedy, hija del expresidente John F. Kennedy, llamó al Senado de Estados Unidos a que no acepten la nominación de su primo, Robert F. Kennedy Jr, como secretario de Salud.

A través de una carta, Caroline aseguró que Robert, hijo del senador del mismo nombre que fue asesinado en 1968, “no es apto” para el cargo que le ofreció el presidente Donald Trump.

Si bien indicó que anteriormente se había negado a hablar públicamente de los miembros de su familia, dijo que en esta ocasión decidió alzar la voz contra su primo, quien durante su vida llevó a varios familiares “por el camino de la adicción de las drogas”, según aseveró.

“He conocido a Bobby toda mi vida; crecimos juntos”, manifestó en la misiva publicada por el Washington Post. “Su sótano, su garaje, su dormitorio eran los centros de acción donde las drogas estaban disponibles”, expresó.

“No es ninguna sorpresa que tenga aves de presa como mascotas porque él mismo es un depredador”, sostuvo.

“Disfrutaba mostrando cómo metía pollitos y ratones en la licuadora para alimentar a sus halcones. A menudo era una escena perversa de desesperación y violencia”, escribió.

“Los hermanos y primos que Bobby alentó a seguir el camino de la adicción sufrieron dependencia, enfermedad y muerte, mientras que Bobby ha continuado tergiversando, mintiendo y engañando a lo largo de su vida”, puntualizó.

Incluso, la hija de JFK enfatizó que la sanidad del país y los ciudadanos “merecen más que Bobby Kennedy”.

En noviembre pasado Caroline ya había criticado a su primo luego que mencionara que las vacunas son “peligrosas”. En aquella oportunidad, la exembajadora dijo que las declaraciones de Robert no eran compartidas por la familia Kennedy.

De hecho, en la reciente carta acusó al abogado de 71 años de ser “hipócrita” por aconsejar a padres para que no vacunen a sus hijos, aún cuando él sí lo ha hecho con los suyos.

El medio estadounidense consignó que desde el equipo de Kennedy Jr. se negaron a realizar comentarios sobre la carta de Caroline.

Este miércoles y jueves Robert deberá enfrentarse a un careo con los legisladores en las audiencias de confirmación ante el Senado para asumir el cargo al que ha sido nominado por Trump.

Cabe señalar que el hijo del senador asesinado ha hablado abiertamente sobre su adicción a la heroína con la que debió lidiar durante su juventud, mencionando que había comenzado su consumo mientras intentaba lidiar con el asesinato de su padre.

De acuerdo al The New York Post, en 1983, cuando tenía 29 años, fue sorprendido portando dicha droga en su maleta durante un vuelo, tras lo cual fue internado en un centro de rehabilitación. Desde entonces, ha dicho, nunca más volvió a consumir.