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El águila calva se oficializa como el ave nacional de Estados Unidos, tras la firma de Joe Biden de un proyecto de ley que reconoce su emblemático estatus desde 1782. La enmienda fue respaldada por el National Eagle Center y legisladores bipartidistas, destacando Jack Davis que ningún ave merece más ese título. La especie, casi extinta en el siglo XX debido a la caza y contaminación, ha sido rescatada con éxito, pasando de estar en peligro a ser un símbolo de conservación en EE.UU. Con una población estimada en 316,700 aves, la designación reafirma el compromiso del país con la conservación y honra a un símbolo amado por los estadounidenses de todo el país.
El águila calva se convirtió oficialmente en el ave nacional de los Estados Unidos, tras la firma del presidente, Joe Biden, de un proyecto de ley que buscaba reconocer al ave, que ha sido utilizada como un símbolo estadounidense desde 1782, cuando se incorporó al Gran Sello.
Durante la víspera de Navidad, Biden firmó la enmienda impulsada por el National Eagle Center y un grupo bipartidista de congresistas que querían formalizar la designación como ave nacional de la Haliaeetus leucocephalus, nombre científico del águila americana, también conocida como águila calva.
Jack Davis, copresidente de la Iniciativa Nacional de Aves del Centro Nacional del Águila y promotor de la ley, advirtió en un comunicado que durante casi 250 años se llamó al águila calva como ave nacional “cuando no lo era”.
“Ahora el título es oficial y ninguna ave lo merece más. La hemos empujado dos veces hacia la extinción, pero el águila calva resistió, demostrándonos en última instancia que vivir en paz con la naturaleza enriquece nuestra calidad de vida”, agregó Davis.
Cómo el águila calva pasó de estar en peligro a la conservación
Reconocida por su cabeza blanca y su pico amarillo, el águila calva estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo XX debido a la destrucción y degradación de su hábitat, así como por la caza ilegal y la contaminación de su fuente de alimento por el insecticida conocido como DDT.
En ese sentido, se cree que Estados Unidos pudo haber tenido hasta 100.000 águilas anidando, pero para 1963 solo se contabilizaron 417 parejas anidadoras, por lo que la especie fue catalogada como en peligro de extinción.
Los esfuerzos por evitar su desaparición han sido catalogados como una “historia de éxito” de las medidas tomadas por el Gobierno estadounidense y ambientalistas.
Las estimaciones de la población de águilas calvas en los 48 estados continentales, basadas en datos de 2018 a 2019, totalizan 316.700 aves, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU.
“La designación oficial del águila calva como nuestra ave nacional reafirma el compromiso de nuestra nación con la conservación y honra un símbolo querido por los estadounidenses de todo el país”, indicó John Wodele, copresidente de la Iniciativa Nacional de las Aves.