VER RESUMEN
El FBI dio a conocer imágenes del arma utilizada por Thomas Matthew Crooks en el intento de asesinato contra Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania. En las fotos se puede ver el fusil AR-15, la mochila y explosivos que guardaba en su automóvil. A pesar de resultar herido, Trump se recuperó rápidamente, aunque el incidente generó críticas hacia el Servicio Secreto y provocó la renuncia de su directora, Kimberly Cheatle, quien calificó el atentado como el “mayor fallo operativo” en décadas.
El FBI publicó imágenes del arma que utilizó el sujeto que intentó asesinar a Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania, el pasado 13 de julio.
Tal como detalla CNN, se trata de una serie de fotografías compartidas por el Buró Federal de Investigaciones en las que se puede ver el fusil semiautomático AR-15 utilizado ese día por Thomas Matthew Crooks, quien terminó siendo abatido por el Servicio Secreto.
A su vez, en las capturas aparece la mochila que utilizó el joven de 20 años así como también los explosivos que mantenía guardados en su automóvil.
De acuerdo al citado medio, los dos artefactos explosivos fueron descubiertos en el maletero del vehículo, en tanto que el receptor de detonación remoto estaba “apagado”.
Pese a que originalmente el AR-15 fue diseñado para uso militar, con el tiempo su versión civil se ha popularizado ampliamente en Estados Unidos.
La ONG Gun Violence Archive consigna que en las últimas décadas, al menos 100 tiroteos han sido realizados en Estados Unidos mediante este fusil de asalto.
Recordemos que el expresidente norteamericano fue víctima de un atentado mientras realizaba un mitin al aire libre en Butler, en donde por razones que no están del todo claras, Matthew Crooks le disparó desde una azotea.
Si bien resultó herido en su oreja derecha, el magnate se pudo recuperar rápidamente tras el incidente.
Y aunque horas más tarde agradeció a los agentes del Servicio Secreto, el incidente significó un verdadero terremoto en la agencia federal tras la ola de críticas que surgieron por su actuar, lo que llevó incluso a que renunciara su directora, Kimberly Cheatle.
En una audiencia ante un comité de la Cámara de Representantes, Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia, afirmando que supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Testigos habían alertado de la presencia de un sospechoso que había trepado a un tejado a unos 140 metros del exmandatario, aunque fuera del perímetro de seguridad.
