Una joven de 24 años de Milwaukee fue sentenciada a 11 años de cárcel, y cinco de supervisión, tras asesinar al hombre que la violaba y prostituía.
Se trata de Chrystul Kizer, quien en 2018, cuando tenía 17 años, mató a tiros a Randall Volar (34), el individuo que había estado abusando sexualmente de ella durante más de un año.
Según detallan medios norteamericanos como The Washington Post, el sujeto grababa las violaciones que realizaba no sólo contra Kizer, sino que también contra otras menores.
El citado portal detalla que la joven no cumplirá los 11 años completos tras las rejas ya que el juez del condado de Kenosha, David P. Wilk, le abonó más de un año y medio de condena ya cumplida.
Kizer tenía 16 años cuando se inscribió en Backpage, una página web de clasificados para anuncios sexuales acusada de facilitar la prostitución de menores. De acuerdo a su testimonio, quería encontrar su propia forma de conseguir dinero para comprar comida y útiles escolares.
Volar fue el primero en responder el anuncio, tras lo cual comenzó a darle dinero en efectivo, regalos y drogas. Luego empezó con las violaciones además de llevarla con otros hombres a quienes les cobraba para que abusaran de ella.
“Fui manipulada”, dijo la joven. “Cuando era niña, pensaba que debía escuchar a todos los adultos”, añadió, explicando que después se dio cuenta de que “no todos son buenos”.
El hombre había sido detenido en febrero de 2018 por agresión sexual contra menores, y aunque en su poder se hallaron cientos de videos de pornografía infantil, en los que aparecía él mismo abusando de Kizer, finalmente fue liberado sin fianza.
Tres meses después de volver a las calles, el hombre fue asesinado en su propia casa con dos tiros en su cabeza a manos de la joven, de entonces 17.
La adolescente no sólo mató a su abusador, sino que también quemó su cuerpo y le robó su vehículo para luego huir. A los días del crimen, finalmente fue detenida por la Policía.
Ella aseveró haber actuado en defensa propia después de que Volar intentara inmovilizarla. En su testimonio, dijo que había ido a la casa del hombre luego de haber peleado con su pareja.
Kizer contó que repentinamente él comenzó a masajearle la pierna, ante lo cual se negó, lo que generó una violenta reacción del sujeto. Debido a esto, ella sacó un arma de su cartera y le disparó.
Inicialmente Kizer enfrentaba una posible cadena perpetua. Sin embargo, este año optó por declararse culpable de un cargo reducido de homicidio imprudente en segundo grado con uso de un arma peligrosa, arriesgando una eventual pena de 30 años.
La propia Kizer reveló que prefirió un acuerdo de culpabilidad, mostrándose dispuesta a disculparse con la familia de Volar para que cerraran su caso y esperar que el juez la condenara al tiempo ya cumplido.
Cabe destacar que el fiscal de distrito del condado de Kenosha, Michael Gravely, dijo que el asesinato fue un crimen premeditado, señalando que Kizer fue a la casa de Volar para dispararle en la cabeza, provocar un incendio y robar su automóvil con su computador y dinero en efectivo.