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Un analista de Inteligencia del Ejército de EE.UU se declaró culpable de vender información militar confidencial a China, admitiendo haber recibido unos 42.000 dólares por ello. Korbein Schultz fue detenido a principios de este 2024 en Fort Campbell y fue acusado de conspiración para obtener y divulgar datos de defensa nacional, exportar información sin licencia y sobornar a un funcionario público. Entre los documentos vendidos, se podrían encontrar algunos sobre planes de defensa y sistemas militares, relacionados a posibles acciones en caso de un ataque a Taiwán.

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos (EE.UU) informó este martes que un analista de Inteligencia del Ejército se declaró culpable de vender información confidencial militar a China.

El hombre, detenido a principios de año en la base militar de Fort Campbell, admitió que vendió a un contacto chino dicha información por un valor de 42.000 dólares (más de 39 millones de pesos chilenos).

“El acusado abusó de su acceso a sistemas gubernamentales restringidos para vender información militar confidencial a una persona que sabía que era ciudadana extranjera“, comentó el fiscal general adjunto, Matthew Olsen.

“(…) La declaración de culpabilidad de hoy es un duro recordatorio de que aquellos que traicionen su juramento para obtener beneficios personales serán identificados y llevados ante la justicia”, sostuvo el persecutor.

Korbein Schultz, el analista que vendió información de EE.UU a China

El militar, identificado como Korbein Schultz, fue acusado de conspiración para obtener y divulgar información de defensa nacional, exportación de datos técnicos relacionados con artículos de defensa sin licencia, conspiración para exportar artículos de defensa sin licencia y soborno de un funcionario público.

Schultz conspiró con un individuo desde junio de 2022 para revelar documentos e información relacionados con la defensa nacional que el acusado “tenía razones para creer que podrían usarse para dañar a Estados Unidos o en beneficio de una nación extranjera”.

El “conspirador” encargó a Schultz la tarea de recopilar información relacionada con una variedad de sistemas de armas militares, incluida aquella vinculada con los posibles planes de Washington en caso de que Taiwán sufriera un ataque militar“.

La información compartida incluía documentos sobre las técnicas de la Fuerza Aérea, el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, equipos hipersónicos, estudios sobre el desarrollo futuro de las fuerzas militares y sobre países “importantes” como China.

A cambio, el “conspirador” -que afirmó que residía en Hong Kong y trabajaba para una firma de consultoría geopolítica con sede en el extranjero- realizó al menos 14 pagos por un total aproximado de 42.000 dólares.