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La actual vicepresidenta Kamala Harris enfrenta un camino contra el tiempo en su lucha por derrotar a Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre. Aunque aún no es la candidata oficial del Partido Demócrata, se espera que sea la principal contendora del magnate. Harris debe "vencer al tiempo", mostrar sus cartas rápidamente y convencer a los sectores moderados y centristas del partido. Además, debe manejar temas clave como los derechos reproductivos, la ecología y la deuda universitaria, mientras se enfoca en los estados bisagra donde Trump lidera. La unidad del partido y la elección de un vicepresidente complementario también son desafíos importantes para Harris.

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Un camino complejo, pero especialmente contra el tiempo, es el que tendrá Kamala Harris en sus aspiraciones por derrotar a Donald Trump en los comicios del 5 de noviembre.

Pese a que aún resta para su nominación oficial como candidata del Partido Demócrata, lo que debiera ocurrir en la Convención Nacional del partido en agosto, la actual vicepresidenta será -de no ocurrir un imprevisto mayor- la principal contendora del magnate.

Gilberto Aranda, académico de Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, señala a BioBioChile que el principal desafío de Harris es, precisamente “vencer al tiempo”.

“Todo parece indicar que ella va a ser la candidata demócrata, pero eso todavía no es definitivo, porque hay otras personas que también tienen intereses y algunos líderes del partido han dicho que hay que hacer mini primarias“, sostiene.

“Pero si ella fuera, tiene que vencer al tiempo porque tiene unos tres meses y medio para la elección y eso implica que tiene que mostrar muy rápidamente las cartas. Y eso es complejo. Todo es a contrarreloj desde ahora, contra un candidato que está bastante consolidado en sus bases y que ha logrado la unidad del partido en torno a su programa“, precisa.

Kamala Harris y su candidatura: convencer a miembros del partido y su eventual aliado/a

En segundo lugar, agrega Aranda, tiene el desafío de convencer a los sectores moderados y centristas del Partido Demócrata, remarcando la importancia de quién nombre como vicepresidente en su candidatura.

“El vicepresidente que elija tiene que ser complementario en términos geográficos, ella es de California, pero sobre todo debe representar otra tendencia, porque el riesgo que se corre es alienar a la base demócrata más moderada y a los electores más moderados“, dice.

“Es el gran riesgo, sobre todo porque lo que se espera es que podría ser una una contienda polarizada, entre un Trump que responde a un polo de ultraderecha, y ella, que es del sector más de izquierda del liberalismo. No del ala más izquierdista, porque tampoco es Bernie Sanders, pero igualmente es del ala más progresista, podríamos decir de otra manera. Y por lo tanto, ese es un desafío de cara a la campaña”, menciona.

Para el experto, Harris deberá plantear los temas que son propios de su agenda, como los derechos reproductivos de la mujer, la ecología y la deuda universitaria juvenil a través de políticas específicas, así como también aquellos que son de interés del ciudadano promedio de Estados Unidos, “que es, por ejemplo, la crisis migratoria o la seguridad en las grandes ciudades. De alguna manera, tiene que conjugarlos bien”.

Kamala Harris y su eventual carrera presidencial contra Trump

En tanto, Aranda precisa que, aparentemente, las diferencias en votos entre Harris y Trump no son siderales. “Ya se hicieron los sondeos breves y no es tan grande la distancia pero el tema es que las elecciones de Estados Unidos son vía indirecta, a través de electores“, explica.

“Hay estados que siempre votan por demócratas, como California desde el 92′, y hay otros estados que siempre votan por los republicanos. En esos estados la lucha no es tan descarnada, pero el punto es que hay como 11 o 12 estados, que son los estados bisagra, en donde sí cambia mucho, por ejemplo, Florida, Georgia, Wisconsin, Ohio, Pennsylvania, etc”, menciona.

El problema para Harris, agrega el académico, es que son esos estados pendulares en donde Trump tiene la delantera. “Entonces, tiene que concentrarse en sectores moderados y liberales, conjugando los temas que mencioné, y especialmente la campaña tiene que desplegarse en los estados bisagra, en donde Trump en este momento tiene la delantera“, cierra.

El desafío de lograr la unidad en el Partido Demócrata

Alberto Rojas, director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, coincide en que el primer gran desafío de Harris es lograr la unidad y el consenso del partido.

“Mientras no logre eso, sigue siendo una opción más, probablemente la que mejores posibilidades tiene. Pero para Harris, lo primero es lograr que las diferentes facciones del partido, no solamente las más afines con ella, como pueden ser las más liberales, sino todo el Partido Demócrata se cuadre detrás de ella“, plantea.

“En términos de su enfrentamiento con Trump, ella tiene que distanciarse de la figura del ex mandatario. Tiene que definir una campaña que no sea solamente actuar en contra de Trump, sino que tenga una propuesta propia, diferente y atractiva“, señala.

Rojas advierte que es poco probable que Kamala logre levantar votantes desde el lado republicano, aunque afirma que sí puede apelar a conquistar al segmento de indecisos “que todavía fluctúa entre el 11% y el 15% de los votantes estadounidenses”.

La importancia de un “compañero de fórmula”

“Y otro elemento importante, aunque pareciera menor, es quien va a ser su compañero de fórmula. Si finalmente Harris es la figura que el Partido Demócrata elige para competir en contra de Trump y reemplazar a Biden, ciertamente también debe considerar quién la va a acompañar en términos de trayectoria, juventud, declaraciones, etc. Eso también es un elemento importante en este contexto”, dice.

“El vicepresidente en funciones muchas veces tiene una presencia más bien secundaria, pero en caso de que el presidente quede incapacitado, sea destituido o fallezca, es la figura que va a tomar las riendas de Estados Unidos y eso no da lo mismo”, explica.

En ese sentido, Isidora Puga, académica del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes, remarca que Harris deberá convencer al Partido Demócrata de esta nominación hecha por Biden y esperar que no aparezcan competidores en el camino hacia la Convención de agosto.

“Por otra parte, lo ideal es que para esa convención llegue ya con la nominación virtual, que se realizaría a principios del próximo mes”, sostiene.

“Pero en caso contrario, la Convención estaría abierta, sin ningún candidato con clara mayoría, lo que va a provocar que el evento se convierta en una mini primaria en la cual los candidatos empiecen a buscar persuadir a los delegados para que voten por ellos”, puntualiza.

“Obviamente, en un caso así, podría terminar siendo todo un caos y como el tiempo es limitado, se haga todo más complejo. Por eso, a pesar de que los delegados que votaron por Biden, no están obligados a darle el voto a Harris, es muy conveniente para el partido”, ahonda.

A su vez, Puga cree que Harris debe encontrar la retórica adecuada para atraer al votante demócrata que estaba decepcionado con esta contienda presidencial hasta ahora, y también atraer a aquellos de centro que fluctúan entre ambos partidos políticos.

“También tendrá que suavizar su postura, ya que ella se posiciona en el ala más izquierda del Partido Demócrata y si quiere atraer el voto anti Trump, tendrá que ceder en algunos aspectos para conseguirlos”, asevera.

“Mientras unos pocos en el Partido Demócrata han seguido abogando por un proceso abierto y competitivo, Kamala parece tener todas las de ganar para asegurarse sin problemas esta nominación demócrata, en especial porque su rápido ascenso, en no más de 24 horas, refleja lo agotado que está el Partido Demócrata por esta semana de agitación”, sostiene.

“Están ahora aparentemente aliviados con la idea de unirse en torno a una sola figura presidencial conocida y con el objetivo de derrotar a Trump. Harris trató de reflejar ese sentimiento de unidad, aprovechando ya su primera aparición desde que saltó a esta carrera presidencial, con la idea de rendir homenaje a Biden, quien ha recibido esta avalancha de elogios desde que bajó su candidatura”, concluye.