“No tengo idea lo que ha dicho al final de esa frase, yo creo que ni él sabe lo que está diciendo”.
Con esa burlesca frase, Donald Trump atacó directamente a Joe Biden, aludiendo a uno de sus puntos favoritos para emplazarlo: la edad del demócrata.
Si bien el actual presidente tiene sólo tres años más que el magnate, en el último tiempo se han acentuado las críticas por la fragilidad con que se le ha visto en varios actos públicos, lo que se repitió en el debate presidencial de la noche del jueves.
Con problemas de dicción y voz áspera, Biden -de 81 años- no tuvo un buen desempeño. Así lo afirmó su exdirectora de comunicaciones, Kate Bedingfield, a CNN inmediatamente después del debate. “No hay duda de que no fue un buen debate para Joe Biden”, lanzó.
Bedingfield agregó que si bien el principal desafío del actual mandatario era demostrar al electorado que tiene la energía necesaria para un nuevo mandato, no pudo lograrlo.
En conversación con BioBioChile, Gilberto Aranda, académico de Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se notó “un grado de preocupación dentro del Partido Demócrata porque se vio un candidato frágil, falto de energía, con dificultad para enebrar algunas ideas al principio, no tanto de la mitad hacia adelante del debate, pero sí en el inicio”.
“Yo pienso que el mundo demócrata está preocupado en Estados Unidos y no sería extraño que se replantearan algunos temas de cara a la convención del 19 al 22 de agosto en Chicago”, sostuvo el especialista.
A su vez, el académico apuntó al problema de Biden para demostrar los avances en su mandato. “No es tan extraño que lo hecho no luzca. Pasa en otros casos y, por supuesto, por eso es relevante lo que se llama el relato, la capacidad de contar lo que uno ha hecho con una determinada perspectiva”.
“El relato es crucial en los debates pero también en lo que es el discurso político en general”, mencionó.
“Ahora, la cuestión es que, más allá de que no fue capaz de instalar los puntos favorables que desarrolló en su gobierno, o lo hizo muy tímidamente, hay una imagen fragilizada en el debate, falto de energía”, indicó el profesor titular de la U. de Chile.
“Por lo tanto, no es solamente el relato sino que la proyección de debilidad, que era lo que precisamente quería Trump. Sin mucho esfuerzo, esquivando las preguntas como de costumbre, logró instalar la idea de que se trata de un Biden que está más débil que hace cuatro años atrás”, puntualizó.
Pese al mal desempeño de Biden, Gavin Newsom, gobernador de California y uno de sus principales partidarios demócratas, aseguró que en la cúpula no piensan reemplazar a Biden para los comicios. “Nunca le daré la espalda”, mencionó tras el debate.
Tal como detalla France 24, Quentin Fulks, director adjunto de la campaña de Biden, descartó la posibilidad de abrir la próxima convención a nuevos candidatos, o de reemplazar derechamente a Biden.
“El presidente Biden va a ser el candidato demócrata, y el presidente Biden va a ganar estas elecciones”, lanzó.
Sin embargo, David Axelrod, quien se desempeñó como asesor de Barack Obama durante varios años, señaló que “cundió el pánico” después del debate. “Y creo que se van a oír discusiones que, no sé si conducirán a algo, pero va a haber discusiones sobre si (Biden) debe continuar”, mencionó.
Por su parte, Andrew Yang, quien compitió con Biden en las primarias demócratas de 2020, indicó en X que el presidente de EE.UU debería “hacer lo correcto” al “hacerse a un lado y dejar que la DNC (Convención Nacional Demócrata) elija a otro nominado”.