El estado de Luisiana se convirtió en el primero en Estados Unidos en aprobar una ley que agrega dos medicamentos para inducir el aborto a la lista estatal de sustancias peligrosas controladas, y castigará así su posesión sin receta médica con cárcel y multas.
La medida, impulsada por los republicanos, fue aprobada el martes pasado por la Cámara Baja y este jueves por el Senado estatal, y ahora solo depende de la firma del gobernador de Luisiana, Jeffrey Martin Landry, para su promulgación.
Los médicos y defensores de los derechos reproductivos han expresado alarma por la polémica medida, que incluye la mifepristona y el misoprostol, dos medicamentos usados para interrumpir embarazos, en el Anexo IV de la Ley Uniforme de Sustancias Peligrosas Controladas de Luisiana.
En este estado el aborto está prohibido y por ello lo está recetar ambos medicamentos.
La nueva ley castiga hasta con cinco años de cárcel la posesión de alguno de estos fármacos sin recetas u órdenes válidas de profesionales médicos.
Sin embargo, las mujeres embarazadas que obtengan los medicamentos para su propio consumo no estarían sujetas a procesamiento, según la legislación.
Los médicos advierten que estos medicamentos tienen usos críticos más allá de la atención del aborto, incluida la ayuda en el parto, la prevención de úlceras gastrointestinales y el tratamiento de abortos espontáneos.
Otras de las sustancias de la Lista IV incluyen algunos narcóticos; depresores como Xanax y Valium; relajantes musculares; ayudas para dormir, y estimulantes que pueden usarse para tratar el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y la pérdida de peso.
La medida cuenta con el apoyo de grupos antiaborto y el rechazo de profesionales médicos y defensores de los derechos reproductivos.