Así lo expresó este lunes en una rueda de prensa el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, quien incluso ironizó con que la emoción del recuento electoral en Rusia lo tuvo “al borde” de su asiento.
Patel reivindicó que “el pueblo ruso merece tener elecciones libres y justas, con la capacidad de elegir entre varios candidatos con diferentes puntos de vista y de tener acceso a información imparcial”.
“Está claro que este no fue el caso en estas elecciones que no fueron ni libres ni justas”, subrayó.
El portavoz apuntó que bajo la presidencia de Putin, el Kremlin “ha detenido a opositores” y ha negado la participación electoral a candidatos que se oponen a la guerra en Ucrania.
Recordó además la reciente muerte en prisión del líder opositor ruso Alexéi Navalni “tras años de acoso” por parte de las autoridades.
Patel evitó entrar en el debate sobre si Estados Unidos debe reconocer la victoria del mandatario ruso y se limitó a decir que Putin seguirá siendo el presidente del país.
“No fue un proceso democrático y no creo que vaya a haber llamadas de felicitación provenientes de Estados Unidos, pero parece que seguirá siendo el presidente”, dijo.
Putin, en el poder desde el año 2000, ganó con el 87% de los votos unas elecciones que contaron con una participación de más del 77% del censo, la cifra más alta en la historia moderna de Rusia.
El líder ruso afronta otro mandato de seis años en el Kremlin con la rémora de la guerra en Ucrania, en la que Rusia tiene la iniciativa pero está lejos de lograr sus objetivos, y el abierto antagonismo con Occidente, que sigue presionando a Moscú con sanciones económicas.