La familia de John Ballantine Niven, quien falleció a los 44 años, agradeció los esfuerzos para poder despedirse. Aproximadamente el 40% de las víctimas del ataque del 11 de septiembre aún no pudieron ser identificadas por las autoridades.
Aproximadamente el 40% de las víctimas del atentado a las Torres Gemelas aún no pudieron ser identificadas por las autoridades, aunque avances recientes para extraer fragmentos específicos de ADN de muestras deterioradas permitieron que se anuncie a la víctima número 1.650.
La familia de John Ballantine Niven agradeció los esfuerzos para poder despedirse, a 22 años del ataque.
Más de 1.100 víctimas en la zona cero donde estaban las Torres Gemelas aún no han sido identificadas, pero la oficina del Médico Forense de Nueva York espera que una nueva tecnología ayude drásticamente en los avances.
Según detalló New York Post, se trata de extraer fragmentos específicos de ADN de una muestra más grande, a menudo deteriorada, para analizarla.
La tecnología innovadora de secuenciación de ADN, junto con un análisis de ADN mitocondrial y otros procedimientos se han perfeccionado desde el ataque del 11 de septiembre de 2001, anunciaron el jueves funcionarios de la ciudad.
A medida que las pruebas de ADN han evolucionado, también lo han hecho los esfuerzos por conectar más de 21.900 restos con víctimas individuales, informó DailyMail.
En algunos casos, los científicos han vuelto a las mismas piezas 10 o más veces, con la esperanza de que los avances tecnológicos proporcionen respuestas.
La dificultad radica en que se recuperaron pocos cuerpos completos cuando las Torres Gemelas colapsaron en un incendio y con productos químicos ardientes, como el combustible para aviones.
“Nuestra promesa solemne de encontrar respuestas para las familias utilizando los últimos avances de la ciencia sigue siendo tan fuerte hoy como en los días inmediatos a los ataques al World Trade Center”, dijo el médico forense jefe Jason Graham en un comunicado.
“Esta nueva identificación da fe del compromiso inquebrantable de nuestra agencia y la determinación de nuestros científicos”, añadió. La nueva tecnología recientemente también se utilizó en el caso del asesino en serie de Long Island identificado como Rex Heuermann.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, también dijo en un comunicado: “Si bien el dolor de las enormes pérdidas del 11 de septiembre nunca nos abandonará, la posibilidad de una nueva identificación puede ofrecer consuelo a las familias de las víctimas”.
“Estoy agradecido por el trabajo continuo de la oficina del Médico Forense jefe que honra la memoria de John Ballantine Niven y de todos aquellos que perdimos”. Niven es la víctima número 1.650 identificada en el ataque en el que murieron un total de 2.753 personas.
Quién era John Ballantine Niven, la nueva víctima de las Torres Gemelas
John Ballantine Niven, de Oyster Bay, Long Island, falleció a los 44 años. Asistió a la universidad Lake Forest College en Illinois y fue miembro de la Sociedad de San Nicolás de Nueva York.
Era el vicepresidente senior de fusiones y adquisiciones de Aon Risk Services, una firma de seguros en el piso 105 de la segunda torre del complejo llamado World Trade Center.
Su esposa Ellen Niven y su hijo Jack declararon estar agradecidos por los “esfuerzos extraordinarios” de los funcionarios de la ciudad que continúan con la difícil tarea de identificar los restos de las víctimas.
“Es ciertamente emotivo para mí, y estoy segura de que para muchos otros, escuchar muchos años después que se ha encontrado ADN”, escribió la mujer el jueves en un mail a Associated Press.
“Es un verdadero tributo a la ciudad de Nueva York y a los equipos que trabajaron detrás de escena todos estos años para honrar ese mantra ‘Nunca olvides’. Mi hijo y yo estamos muy agradecidos por este tremendo esfuerzo”, dijo Ellen, quien resaltó que está agradecida de que la familia tendrá una parte de él para descansar.
“Tenemos una tumba donde enterramos una caja de recuerdos y ahora podremos enterrar parte de él, lo cual es significativo para nosotros”, confió a Newsday.
Niven y su familia habían dividido su tiempo entre Manhattan y Oyster Bay, según los obituarios de la época.
A John le gustaba jugar al tenis en la zona con amigos de su infancia, leer sobre historia y filosofía y priorizaba el tiempo con su hijo Jack, que tenía solo 18 meses cuando murió su padre. Su obituario reveló cómo “llevaba a su hijo a todas partes, a lavar el coche o a darse un chapuzón en la piscina”.
Friday's cover: Officials said they used advanced DNA technology to identify John Ballantine Niven, 44, who died in the south tower. https://t.co/M2AcSOcJ4R pic.twitter.com/LupqgWQXax
— Newsday (@Newsday) January 19, 2024
El joven que ahora tiene 23 años también elogió los esfuerzos por encontrar los restos de su padre: “La oficina del Médico Forense y la policía que continúan entregando esta emotiva noticia están haciendo un trabajo increíble, y el esfuerzo duradero de estos homenajes es aun más conmovedor dado el considerable paso del tiempo”, reflexionó el hijo de la víctima número 1.650.
Después de su muerte, la viuda de Niven reveló: “Él decía que, aunque su vida fuera corta, fue realmente bendecido con los años que tuvo”.