El dueño de la vivienda avisó a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), la cual había pedido ayuda a la ciudadanía para encontrar una pieza vital para la investigación de lo ocurrido, según dijo la presidenta del organismo público, Jennifer Homendy, en una rueda de prensa el domingo por la noche.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines con destino a Ontario, California (no confundir con la ciudad canadiense) regresó a Portland unos 30 minutos después del despegue sin parte del fuselaje pero con sus 171 pasajeros y seis tripulantes ilesos.
Según testigos citados por distintos medios estadounidenses, cuando el avión tomó altitud se escuchó un ruido similar a una explosión y una parte de fuselaje salió volando, lo que hizo que la cabina se despresurizase y bajaran automáticamente las máscaras de oxígeno.
La primera imagen del interior del avión publicada por los investigadores federales mostró un agujero del tamaño de un refrigerador en el fuselaje y un reposacabezas arrancado de un asiento cercano y máscaras de oxígeno colgando del techo.
Lo ocurrido el pasado viernes al Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines llevó a que la agencia federal de la aviación estadounidense (FAA) ordenara el sábado la “inmovilización temporal” de algunos de los aparatos de ese modelo operados por aerolíneas estadounidenses o en territorio estadounidense, lo que trajo como consecuencia la cancelación de cientos de vuelos durante el fin de semana.
A través de un comunicado, la FAA informó que en breve se emitirá una Directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia (EAD) que requerirá que los operadores inspeccionen las aeronaves antes de realizar nuevos vuelos.
“Las inspecciones requeridas durarán entre cuatro y ocho horas por avión”, apuntó la agencia federal, que estimó en 171 los aviones afectados en todo el mundo.
Afortunadamente los asientos de la zona donde se desprendió parte del fuselaje no estaban ocupados, según dijo el sábado la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, tras revisar el avión en Portland.
Según CNN, este martes, Boeing tiene previsto celebrar una reunión de todos los empleados en su fábrica de 737 Max en Renton, Washington, “centrada en la seguridad” y la respuesta de la compañía al accidente, dijo el presidente y director ejecutivo de Boeing, David Calhoun, en un correo electrónico dirigido a toda la empresa.
“Es fundamental para nosotros trabajar de forma transparente con nuestros clientes y reguladores para comprender y abordar las causas del suceso y garantizar que no vuelva a ocurrir”, dijo Calhoun en el correo electrónico.