Un incidente en EE.UU por poco no provocó una tragedia de proporciones, luego que un avión de combate F-35 estuviera perdido por un día completo después de que su piloto se eyectara por razones aún no esclarecidas.
Tras la riesgosa maniobra, la moderna aeronave siguió volando por unos 100 kilómetros hasta que finalmente se estrelló en una zona rural en Carolina del Sur.
El militar, cuya identidad no se ha revelado, cayó en el patio de una casa, cuyo morador de inmediato llamó al 911 para reportar lo sucedido.
Gracias a su paracaídas de emergencia, el piloto sólo resultó con unos pocos arañazos y algo de dolor en la espalda, siendo trasladado en ambulancia hasta un hospital para un chequeo.
La dificultad para lograr dar con el paradero del avión caza, considerado como uno de los más poderosos y modernos del mundo, hizo que desde la base aérea Joint Base Charleston, ubicado en North Charleston, pidieran ayuda a la población para localizar el F-35 “involucrado en un percance” el domingo por la tarde.
Pero más allá de lo anecdótico que puede ser el hecho de que EE.UU pida ayuda para encontrar uno de sus aviones más avanzados, lo cierto es que lo ocurrido deja un par de interrogantes.
¿Cómo es posible que en la mayor potencia mundial, que cuenta con los sistemas tecnológicos más avanzados del mundo, un avión de 100 millones de dólares haya estado desaparecido por todo un día?
La respuesta se puede encontrar precisamente en los sistemas de seguridad de la propia aeronave.
Según detallaron los marines, los esfuerzos para encontrarlo pudieron haberse visto afectados por las funciones del caza, el que borra las comunicaciones seguras en caso de eyección.
Se trata de una función diseñada para proteger tanto la ubicación del piloto como los sistemas clasificados del avión.
“Normalmente, los aviones son rastreados mediante radar y códigos de transpondedor”, dijeron los uniformados en alusión a un dispositivo que emite una señal en una frecuencia determinada cuando lo estimula otra señal externa apropiada.
“Tras la expulsión del piloto, la aeronave está diseñada para borrar (o ‘poner en cero’) toda comunicación segura”, agregaron, de acuerdo a la agencia Associated Press.
A través de un comunicado, el servicio explicó que el avión habría seguido transmitiendo una señal en un canal abierto para identificarse como amigo o enemigo.
No obstante, incluso en un canal de comunicaciones no clasificado, es posible que el control del tráfico aéreo no hubiera podido captar la señal dependiendo de factores como, por ejemplo, qué tan potente fuera su radar, el clima, a qué altura volaba el avión y el terreno.
En ese sentido, las tormentas eléctricas y las nubes bajas obstaculizaron aún más la búsqueda del avión.
Esto se mezcló con las capacidades furtivas del F-35, haciendo que el seguimiento tuviera que realizarse “a través de medios no tradicionales”.
Cabe señalar que el incidente aún está en etapa de investigación, la cual se podría extender por meses hasta que la junta oficial encargada de la revisión exponga los resultados.
Modo piloto automático fue clave
Otra pregunta que muchos se hacen es, ¿cómo el avión pudo seguir volando por 100 kilómetros sin que el piloto estuviera al mando?
La respuesta se encuentra en el modo de piloto automático, el que estaba activado al momento de la eyección.
De acuerdo a los marines, esta característica no sólo le salvó la vida al aviador sino que también la de otras personas que estaban en tierra.
En ese sentido, los militares explicaron que el modo “pareció funcionar según lo esperado”.
Por su parte, destacaron que finalmente la aeronave se estrelló en un campo vacío y no en una zona densamente poblada, lo que habría tenido consecuencias catastróficas.
Un sofisticado avión con capacidades múltiples
El F-35 es un caza de combate polivalente de quinta generación y monoplaza que corresponde a un avión furtivo, es decir, que está diseñado para absorber y desviar las radiaciones de los radares por medio de tecnologías furtivas.
Lockheed Martin destaca que el F-35 fortalece la seguridad nacional, mejora las asociaciones globales e impulsa el crecimiento económico.
“Como el avión de combate más letal, con mayor capacidad de supervivencia y más conectado del mundo, el F-35 brinda a los pilotos una ventaja crítica contra cualquier adversario, permitiéndoles ejecutar su misión y regresar a casa sanos y salvos”, añade.
“Tiene altas capacidades en indicaciones y advertencias, comando, control, inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Todo eso, además de su velocidad y alcance, hablan por sí solo”, señaló el General retirado de la Fuerza Aérea de EE. UU, Tod D. Wolters, ex Comandante Supremo Aliado de la OTAN.
“Los beneficios de la interoperabilidad y la creación de redes que ofrece el F-35 y su proliferación entre aliados y socios no auguran nada bueno para un enemigo de la OTAN”, mencionó.