El líder derechista, quien gobernó entre 2019 y 2022, evitó todo contacto con los periodistas que aguardaban en la sede de la Policía Federal en Brasilia. Sin embargo, sus representantes legales dijeron que “explicó” la situación y negó haber alentado el golpe.
Fabio Wajngarten, exministro de Información y actual asesor de Bolsonaro, aseguró que el expresidente, quien el día de la asonada estaba en Estados Unidos, “repudió” ese mismo 8 de enero la invasión de una horda de bolsonaristas a las sedes de los tres poderes de la Nación, con la clara intención de derrocar al Gobierno de Lula.
También rechazó que Bolsonaro haya alentado el golpe con su negativa a reconocer públicamente el triunfo de Lula en los comicios de octubre pasado o que haya incitado a sus seguidores a protestar en forma violenta contra el proceso electoral.
“No articuló nada”
“Con el fin de la elección, el presidente pasó la página, no articuló nada, se recluyó y viajó el 30 de diciembre a Estados Unidos”, aún en su condición de mandatario, y permaneció en ese país durante tres meses, afirmó Wajngarten. A su vez, dijo que Bolsonaro está dispuesto a presentarse nuevamente ante la Policía Federal.
El proceso tramita en la Corte Suprema y apunta a identificar a los “autores intelectuales” y a quienes financiaron los sucesos de enero.
Por el intento golpista fueron detenidas 2.151 personas, de las cuales unas 300 permanecen en prisión, en tanto que el resto responderá ante los tribunales en libertad.
Primeros 100 imputados
La Corte Suprema ya ha aceptado los cargos contra los primeros 100 acusados y esta misma semana analiza las acusaciones que han sido presentadas contra otros 200.
Bolsonaro, quien perdió los fueros el pasado 1 de enero con la investidura de Lula, responde ante la Justicia ordinaria en una decena de procesos, acusado de abusos de poder y económicos, entre otros cargos.
También es investigado en otras causas que tramitan en el Supremo y en tribunales electorales.