“Le digo al señor (Antony) Blinken (secretario de Estado de los Estados Unidos) que hay más democracia en México que en Estados Unidos (…). Es porque aquí gobierna el pueblo, allá la oligarquía”, dijo el mandatario mexicano en su rueda de prensa diaria.
La polémica surgió a raíz de las declaraciones hechas por autoridades estadounidenses tras la marcha del domingo en contra de la reforma electoral que fue aprobada la semana pasada en el Senado mexicano.
El secretario asistente para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian Nichols, dijo que Washington “apoya instituciones electorales independientes que tienen recursos para fortalecer los procesos democráticos y el Estado de derecho”.
“En México hoy vemos un gran debate sobre reformas electorales que ponen a prueba la independencia de instituciones electorales y judiciales”, apuntó Nichols.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, dijo durante una rueda de prensa este lunes que su país “respeta la soberanía de México”, pero que “un sistema electoral independiente (…) constituye uno de los pilares de la democracia”.
“Siempre se inmiscuyen”
La reforma, conocida como “Plan B” después de que fracasase la iniciativa inicial, que pretendía modificar la constitución, recorta el presupuesto, el personal y las atribuciones del Instituto Nacional Electoral (INE), el órgano autónomo que organiza las elecciones.
“Aprovecho para contestarle al Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos que, como es la mala costumbre, siempre se inmiscuyen en asuntos que no le corresponden, muy contrario al presidente (Joe) Biden, que siempre habla de igualdad”, comentó López Obrador.
Según ha denunciado la oposición, la cual organizó la multitudinaria manifestación del pasado domingo, la reforma podría poner en riesgo la autonomía de los comicios y favorecer al partido en el poder.
“En vez de estar metiéndose de manera injerencista en nuestros asuntos, si quieren seguir con la misma política, que se ocupen de los que está pasando en Perú, donde la embajadora de Estados Unidos es la asesora de los golpistas”, denunció López Obrador.
Así, ahondó en las críticas que ya vertió sobre la embajadora en el país andino, Lisa Kenna, cuando se reunió con la presidenta peruana, Dina Boluarte, después de que el exmandatario Pedro Castillo fuese destituido y encarcelado por dar un autogolpe de Estado.