“No sé qué contienen los documentos, mis abogados no me han sugerido que yo pregunte de qué se trataban los documentos. Ellos han entregado las cajas a los archivos y estamos cooperando plenamente con la revisión”, declaró el presidente de EEUU, Joe Biden, tras la Cumbre de Líderes de América del Norte en Ciudad de México.
Los documentos fueron encontrados por los propios abogados del mandatario en las oficinas del Penn Biden Center for Diplomacy and Engagement, que Biden fundó tras su tiempo como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), y entregados a las autoridades.
Biden aseguró que supo de la existencia de esos documentos mediante sus abogados, por lo que le “sorprendió enterarse de que hubiera registros del Gobierno llevados a ese lugar, a esa oficina”.
“Encontraron unos documentos en una caja, en un gabinete o en un ropero y cuando lo encontraron se dieron cuenta de que había varios documentos secretos en esa caja, hicieron lo que debían haber hecho, llamaron a los archivos inmediatamente, les entregaron los documentos a los Archivos (Nacionales)”, afirmó.
El mandatario estadounidense confió en que la revisión del Departamento de Justicia “termine pronto”.
“La gente sabe que yo tomo en serio lo del material secreto”, sentenció.
El hallazgo de los documentos ha confrontado a los demócratas y los republicanos en el Congreso.
Los demócratas han acusado a los republicanos de “estar solamente interesados en oponerse al presidente”, puesto que cuando el FBI registró la residencia del expresidente Donald Trump (2017-2021) en Mar-a-Lago (Florida) en agosto pasado “le restaron importancia” al asunto.
Mientras que la Cámara Baja de Estados Unidos, bajo el liderazgo de los republicanos, aprobó este martes crear un comité que investigue al Departamento de Justicia y al FBI por el supuesto uso partidista de las agencias gubernamentales por parte de Biden.
Según The Washington Post, que cita fuentes anónimas, el FBI también se encuentra involucrado en la investigación, que se refiere a unos diez documentos encontrados en la oficina, que Biden usó regularmente entre 2017 y el lanzamiento de su campaña presidencial en 2020.
El caso, aunque según medios estadounidenses guarda pocas similitudes, recuerda al de Trump y lo que ocurrió en Mar-a-Lago, aunque en esa ocasión fue necesaria la intervención del Departamento de Justicia y del FBI para recuperar los papeles.