El Partido Demócrata de Estados Unidos aumentó este martes su mayoría en el Senado del país con la victoria de su candidato en el estado de Georgia, que se impuso por un margen estrecho al candidato del Partido Republicano.
Según las proyecciones de The Wall Street Journal y The New York Times, el demócrata Raphael Warnock ganó al republicano Herschel Walker, lo que otorga a los progresistas 51 escaños en la Cámara Alta, frente a los 49 de los conservadores.
Las elecciones de este martes en el estado sureño fueron la segunda vuelta de los comicios de medio mandato celebrados el pasado 8 de noviembre, en los cuales ninguno de los dos aspirantes logró superar la barrera del 50 % de los sufragios.
Pese a ser una de las contiendas electorales al Senado más caras de la historia de EE.UU., la batalla entre Warnock y Walker ha terminado siendo mucho menos trascendente de lo que podría haber sido, puesto que los demócratas ya se habían asegurado el control del Senado.
Incluso si en Georgia se hubiese impuesto el candidato republicano y por tanto el número de escaños en la cámara se hubiese repartido 50 a 50, el voto de calidad de la vicepresidenta estadounidense, la demócrata Kamala Harris, habría servido a los progresistas para imponerse en las votaciones.
La campaña en Georgia ha contado con la implicación del expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017), que acudió allí en octubre y el pasado jueves subrayó de nuevo a los votantes de la zona que si hace dos años se hubieran quedado en casa el poder de la Cámara Alta hubiera estado ahora en manos de los republicanos.
En los comicios de medio mandato, los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes, por lo que a partir del 3 de enero, fecha del inicio de la nueva Legislatura, la división del Congreso dificultará al actual presidente, Joe Biden, implementar su agenda hasta el final de su mandato en 2024.