Anthony DeLuca, un candidato que lleva muerto desde el pasado 9 de octubre, resultó ganador en la carrera por el escaño para la Cámara de Representantes del distrito número 32 del estado de Pensilvania, todo ello después de cosechar una amplía mayoría con un 85% de los votos.
El representante por el Estado de Pensilvania, perteneciente al Partido Demócrata, estuvo al frente de su escaño en la Cámara Baja del país desde 1983.
Lo anterior, hasta el día de su fallecimiento por un linfoma, al cual ya había vencido anteriormente hasta en dos ocasiones, según lo informó ‘Pittsburgh Post-Gazette’.
Cuando DeLuca murió, hace prácticamente un mes, ya era demasiado tarde para cambiar las papeletas electorales, por lo que siguió figurando como candidato por el 32 distrito legislativo de Pensilvania.
En los comicios, ningún representante republicano se rivalizó a DeLuca. Su única oponente fue la candidata del Partido Verde, Queonia Livingston, que recibió el 14 por ciento de los votos.
“Si bien estamos increíblemente entristecidos por la pérdida del representante Tony DeLuca, nos enorgullece ver que los votantes continúan mostrando su confianza en él”, se dijo.
“Se nota su compromiso con los valores demócratas al reelegirlo póstumamente”, detalló el Comité de Campaña Demócrata en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Con todo, y tal y como han explicado los demócratas, pronto tendrá lugar una “elección especial” para ver quién podría sustituir al candidato ya muerto.