Más de 25 ciudades, pueblos y aldeas fueron atacados por Rusia esta semana, repartidos por todo el país, que incluyen la región de Zaporiyia, en el sur, donde se encuentra la mayor central nuclear de Europa.

Los Shahed-136 son aparatos eficaces, fiables y baratos. El coste de fabricación es de unos 20.000 dólares, mucho más baratos que otras armas convencionales.

Cuando se empezó a hablar de ellos en agosto pasado, los medios occidentales los denigraron.

El ejército ucraniano no está preparado para combatirlos.

Entrevista a Manuel de Moya, historiador y colaborador del portal de análisis Descifrando la guerra.

RFI: La UE asegura que tiene pruebas de que los drones usados contra objetivos ucranianos son iraníes y eso a pesar de los desmentidos de Rusia e Irán.

¿Cómo se puede saber de dónde son esos drones con los que Rusia ataca a Ucrania?

Manuel de Moya: Algunos de los Shahed-136 han sido derribados, pocos; y en otros casos han sido destruidos, pero han quedado restos.

A partir de ahí se ha podido determinar que efectivamente se trata de estos modelos, a pesar de la negativa de Rusia o de Irán.

A parte, ha habido grabaciones, que hemos podido ver en las dos últimas semanas, en las que se puede apreciar claramente un modelo específico. Estamos hablando del modelo llamado Shahed-136 (shahed quiere decir testigo en persa) y que los rusos han llamado Geran-2.

Es toda una familia de drones. También se habla de que se ha podido utilizar el Shahed-129, difiere en cuanto a su apariencia y características, pero es de la misma familia.

Básicamente el que más se está utilizando es el Shahed-136, que tiene un coste de fabricación de unos 20.000 dólares por unidad más o menos. Resulta mucho más barato que misiles tácticos o balísticos o que otro tipo de armas convencionales mucho más caras.

RFI: Se podría decir que Rusia está comprando estos drones iraníes porque se está quedando sin armamento de fabricación propia o porque no puede acceder a otro tipo de armas.

¿Rusia se estaría quedando sin armamento y fabricación propia?

Manuel de Moya: Esto hay que ponerlo en su justa medida.

Rusia se metió en esta guerra en febrero con un cálculo a corto tiempo. Ellos calculaban que, en un par de semanas o mes y medio, lo que sería los combates principales podrían haber concluido.

Esto no se ha producido, así que ahí ha habido un fallo de cálculo por parte de la estrategia rusa.

Han tenido que echar mano de muchas municiones. El ejército ruso, al igual que el soviético o incluso el zarista, tiene una larga tradición del uso de la artillería y armas accesorias en ese sentido.

En el Dombás por ejemplo, que es donde más combates ha habido este verano, han utilizado una cantidad enorme de municiones. Rusia tiene una industria bastante potente pero evidentemente hay un límite.

El uso de los drones es un poco a parte porque es otro tipo de armamento moderno. Lo inserto más en la línea de lo que se ha ido viendo en los últimos años.

Estos drones ya se han utilizado recientemente en el Cáucaso, en los combates que hubo entre Azerbaiyán y Armenia hace dos años con drones turcos. Los ucranianos también han usado estos mismos drones turcos con bastante éxito.

Rusia tiene un programa de producción de drones, lo que pasa es que se han quedado atrasados; sobre todo si se compara con otros países como Estados Unidos o Israel, o incluso Irán y Turquía.

RFI: Ahora queda la duda de qué características tienen, si son detectables por sistemas de defensa antiaérea o fáciles de contrarrestar.

¿Cómo son los drones Shahed-136?

Manuel de Moya: No es imposible derribar estos drones, pero están diseñados evidentemente para que no resulte fácil.

El ejército ucraniano antes de la guerra no tenía una capacidad adecuada en extensión.

Equipamiento tendrían, pero nada que ver con lo que han recibido en los últimos meses.

Parecía que habían mejorado sensiblemente sus capacidades antiaéreas, la aviación rusa había recibido un número considerable de bajas en helicópteros, aviones de combate, tipo cazabombarderos.

Los drones están resultando más difíciles de derribar y las imágenes que hemos visto en la última semana y media sobre todo en Kiev, imágenes que se han hecho muy famosas de policías disparando con rifles kalashnikov, muestran que no son como los misiles balísticos que van a una velocidad muy elevada y, sin embargo, los ucranianos están teniendo bastantes dificultades.

Lo que evidencia que no están muy bien equipados. Probablemente porque los estadounidenses y aliados de la OTAN que les han suministrado equipos no han considerado la posibilidad de que Rusia fuera a recibir este tipo de armamento en gran cantidad.

Hay que decir también que cuando en agosto se empezó a hablar de estos drones iraníes, en no pocos medios estadounidenses e iraníes se despreció la capacidad de estos drones.

Tengo una noticia de Reuters del 29 de agosto que dice que Rusia estaba haciendo frente a numerosos problemas mecánicos con estos drones, también iba en ese sentido el diario The Jerusalem Post u otros.

Entiendo yo que todo esto ha derivado en que Occidente no ha preparado adecuadamente a Ucrania ante esta amenaza.