El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nominó este martes a la diplomática Lynne Tracy como nueva embajadora estadounidense en Rusia, en un momento de máxima tensión entre Washington y Moscú por la guerra de Ucrania.
Tracy, actual embajadora en Armenia, tiene que ser ratificada por el Senado estadounidense y aprobada por el Gobierno de Vladímir Putin para poder asumir el cargo.
De ser así, la diplomática se convertiría en la primera mujer al frente de la legación estadounidense en Moscú y sucedería al embajador John Sullivan, quien concluyó su misión a inicios de septiembre.
Tracy, embajadora en Armenia desde 2019, habla ruso y ya ejerció como “número dos” de la Embajada en Moscú entre 2014 y 2017.
Miembro de carrera del Servicio Exterior, ha ejercido también como “número dos” en la Embajada de Turkmenistán y ha trabajado en las legaciones de Pakistán y de Kazajistán.
Además, ha sido asesora principal sobre Rusia en el Departamento de Estado y directora para Asica Central en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Está licenciada en Estudios Soviéticos por la Universidad de Georgia y tiene un doctorado en Jurisprudencia por la Universidad de Akron, Ohio.
El embajador John Sullivan dejó Moscú el 4 de septiembre tras concluir una misión de casi tres años en medio de una gran tensión con Rusia.
Una de sus últimas tareas fue rendir tributo a Mijaíl Gorbachov, último dirigente de la URSS fallecido esa misma semana, en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos de Moscú.
El diplomático siempre criticó duramente la represión de la oposición en Rusia, con el encarcelado Alexéi Navalni a la cabeza.
En abril de 2021, abandonó el país después de que Washington impusiera sanciones a Rusia, país al que regresó después de la cumbre entre Biden y Putin en junio de 2021 en Ginebra.
Pero la relación se deterioró por completo tras la invasión rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero pasado, a la que Estados Unidos respondió con una batería de sanciones en coordinación con sus aliados europeos.
Actualmente las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Rusia se reducen a algunos canales de comunicación para atender asuntos técnicos.