El oeste del país ya ha experimentado incendios forestales de excepcional magnitud e intensidad en los últimos años, una tendencia que los científicos atribuyen al calentamiento global.

Una “ola de extremo calor” afecta a decenas de millones de estadounidenses este fin de semana, con temperaturas récord en el centro y noreste y un incendio forestal que se propaga de manera alarmante en California.

El “Oak Fire” se declaró el viernes en el condado de Mariposa, cerca del Parque Nacional Yosemite y sus secuoyas gigantes, y ya ha quemado más de 2.500 hectáreas, destruyendo diez propiedades y dañando otras cinco, según un boletín del sábado del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.

Varias carreteras fueron cortadas y se ordenó la evacuación de numerosas zonas, mientras que el fuego, de “extrema actividad” y combatido por unos 400 bomberos, no estaba del todo controlado el sábado, según la misma fuente.

De acuerdo al climatólogo de la Universidad de California Daniel Swain, el fuego “se propagó en casi todas direcciones”, “en un contexto de alta carga de combustible y sequía extrema”.

“La serie de incendios forestales relativamente pequeños y no destructivos que han afectado a California en lo que va de la temporada parece haber terminado”, agregó en Twitter.

El oeste del país ya ha experimentado incendios forestales de excepcional magnitud e intensidad en los últimos años, una tendencia que los científicos atribuyen al calentamiento global.

Tornado

Testigos publicaron imágenes en redes sociales de un enorme e impresionante torbellino de humo espeso que se elevaba desde el bosque, como un tornado, un peligroso fenómeno que puede alimentar el fuego.

Este fuego es una de las consecuencias más dramáticas de la ola de calor que golpea Estados Unidos.

“El calor extremo continuará en el centro de Estados Unidos y se extenderá hacia el noreste este fin de semana, y se espera que se registren numerosos récords hoy (sábado) y el domingo en toda la región”, anunció el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

Las altas temperaturas aumentarán la amenaza de “fenómenos meteorológicos violentos” como granizo, vientos y tornados en el norte del Medio Oeste, agregó.

El calor sofocante se sintió particularmente en la capital, Washington, donde las temperaturas se acercaban a la barra simbólica de 100 grados Fahrenheit (37 a 38 grados Celsius).

Nueva York no se salvó, con temperaturas cercanas a los 35 grados. La temperatura también podría alcanzar los 43 grados en partes de Utah (oeste), Arizona (sur) y el noreste, según el NWS.

Estado de emergencia

En Boston, cuya alcaldesa Michelle Wu declaró el “estado de emergencia por calor”, con zonas de refrigeración municipales abiertas y piscinas abiertas durante más tiempo, se espera que el termómetro alcance 37 grados el domingo.

Esta semana, el presidente Joe Biden subrayó una vez más el “peligro claro e inmediato” que representa el cambio climático, “una amenaza existencial para (la) nación y el mundo”. Pero su margen de maniobra es limitado en el Congreso y en la Corte Suprema.

Varias olas de calor han tenido lugar en 2022 en todo el mundo, como en julio en Europa occidental y en India en marzo-abril. Su aumento es una clara señal del cambio climático, según los científicos.

En junio de 2021, una “cúpula de calor” inusualmente intensa causó estragos en toda la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, matando a más de 500 personas y provocando incendios forestales masivos, con temperaturas cercanas a los 50 grados.