En su primer día en la Casa Blanca, el actual presidente, Joe Biden, intentó acabar con este programa, pero un tribunal de Texas ordenó reinstaurarlo y el Gobierno federal recurrió ante el Supremo, que falló a su favor al considerar que la decisión no vulnera la ley.
La máxima instancia judicial estadounidense no evaluó la política migratoria de Trump, conocida oficialmente como Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), sino la legalidad de la decisión de Biden de acabar con el programa.
Con cinco votos a favor y cuatro en contra, los jueces del Supremo consideraron que el memorándum emitido en octubre del año pasado por el Gobierno para acabar con el “Quédate en México” no vulneró la ley federal de inmigración.
Como parte de su política de tolerancia cero hacia la migración, Trump instauró en 2019 los MPP, una política muy criticada por organizaciones de derechos humanos, que afectó a más de 60.000 solicitantes de asilo, la mayoría de los cuales quedaron varados en campamentos en la frontera mexicana.
Biden intentó rescindir esta política el año pasado, pero se enfrentó a la oposición de los fiscales generales de Texas y Misuri, que lograron que un juez federal del primer estado ordenara el restablecimiento de los MPP.
En agosto, una corte federal de apelaciones y el Tribunal Supremo rechazaron los esfuerzos del Gobierno de bloquear la resolución del juez de Texas.
En octubre, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, publicó un memorando por el que revocaba de nuevo “Quédate en México”, pero el Ejecutivo tuvo que reactivar el programa tras otro fallo judicial.
Tras negociar con el Gobierno mexicano, Estados Unidos reactivó el programa en diciembre del año pasado.