El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este viernes que hoy “es un día triste” para el Tribunal Supremo y el país, después de que la corte revocara las protecciones al derecho al aborto.
El mandatario se refirió al fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en este país desde 1973.
El hecho se da en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
Biden afirmó además que su Gobierno defenderá el derecho al aborto y animó a los estadounidenses a acudir a votar en los comicios de noviembre. Esto, para garantizar una mayoría en el Congreso para sacar adelante leyes que lo amparen.
“Necesitamos más líderes estatales que protejan este derecho a nivel local (…) Tenemos que elegir a funcionarios que hagan eso”, dijo el mandatario.
Por otra parte, el presidente cargó contra los tres jueces conservadores del Tribunal Supremo del país nominados por su predecesor, Donald Trump (2017-2021), por este fallo.
“Tres jueces nombrados por un presidente, Donald Trump, están en el centro de esta decisión de acabar con la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país”, añadió.
Joe Biden se refiere al fallo por el aborto
“El próximo otoño deben elegir a más senadores y representantes que regulen el derecho de la mujer a elegir como una ley federal de nuevo”, animó el presidente.
“En otoño Roe está en la papeleta de voto -agregó-, las libertades personales están en las papeletas, el derecho a la privacidad, la libertad, la igualdad, están todo en la papeleta. Haré todo lo que esté en mi poder para proteger el derecho de las mujeres en los estados donde afrontarán las consecuencias de la decisión de hoy”.
El gobernante también opinó que el país necesita más líderes estatales que protejan el derecho a abortar a nivel local y aseguró que el fallo de hoy no es “la última palabra”.
Agregó que su Gobierno hará todo lo posible para amparar el derecho y que protegerá a las mujeres que necesiten viajar fuera de su estado, en caso de que en los lugares donde residan esté prohibido abortar, y su acceso a medicación para acabar con su embarazo.