La disposición consta en un decreto del presidente Daniel Ortega, publicado en el diario oficial La Gaceta, que además autorizó la entrada rotativa de 80 efectivos rusos en Nicaragua para participar en “un intercambio de experiencias y ejercicios de entrenamiento en operaciones de ayuda humanitaria”.
Ortega también autorizó el ingreso de otros 50 militares rusos para participar “en un intercambio de experiencias y comunicación operativa con buques y aeronaves de las Fuerzas Armadas de Nicaragua en tareas de enfrentamiento y combate al narcotráfico y crimen organizado transnacional”.
Los militares, barcos y aviones rusos permanecerán en Nicaragua del 1 de julio al 31 de diciembre de este año, según el decreto presidencial.
También de Venezuela, Cuba y México
Ortega también autorizó el envío a Rusia de 50 militares del país de forma rotativa “para participar en ejercicios de intercambio e instrucción militar y entrenamiento en operaciones de ayuda humanitaria”.
En el mismo decreto, Ortega autorizó el ingreso de personal, buques y aeronaves de las Fuerzas Armadas de Venezuela, que cumplirán las mismas funciones que las de Rusia.
También autorizó la entrada de militares de Cuba y México, entre otros países, para participar en “intercambios y labores humanitarias”.
Historia de cooperación
Rusia es un viejo aliado de Nicaragua. Durante el primer régimen sandinista (1979-1990), la Unión Soviética suministró armamento al ejército sandinista para combatir a los rebeldes “contras”.
El gobierno ruso reaccionó a la publicación a través de la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, quien adujo que el ingreso de tropas y medios militares extranjeros a Nicaragua es algo “rutinario”.
Según dijo Zakharova a la agencia de noticias Sputnik, el procedimiento ya está “establecido en las leyes de Nicaragua para el ingreso temporal de personal militar para desarrollar la cooperación en distintas áreas, incluyendo ayuda humanitaria y de emergencia y combate al crimen organizado y el narcotráfico”.