Los 19 niños y 2 profesoras muertos en un tiroteo el martes en Uvalde (Texas, EE.UU.) se encontraban en una misma clase, en la que se atrincheró el atacante y disparó indiscriminadamente contra los presentes, informó este miércoles la Policía.
Así lo relató el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez, para quien está forma de actuar muestra “simplemente la total maldad del tirador”. Asimismo, explicó que el agresor disparó contra su abuela en casa, luego se montó en un vehículo y tuvo un accidente en las cercanías de la escuela Robb Elementary.
Fue en ese momento cuando las fuerzas de seguridad recibieron las primeras llamadas de alerta, indicando que un individuo armado se dirigía hacia el colegio.
Olivarez narró que los agentes encargados de detener a Ramos recorrieron la escuela casi por completo antes de poder dar con él, forzar la cerradura del salón de actos y abatirle. El joven de 18 años vestía un chaleco antibalas “utilizado por equipos tácticos, como los SWAT”, y portaba un rifle de asalto AR-15.
El autor del tiroteo fue identificado el martes como Salvador Ramos, ciudadano estadounidense de 18 años, residente en Uvalde.
A primera hora del miércoles, todas las víctimas mortales ya habían sido identificadas y sus familias notificadas, y algunas de ellas revelaron a los medios los nombres de sus hijos fallecidos en el tiroteo.
Por el momento, Olivarez no se ha atrevido a dar una cifra de cuántos más niños podrían estar heridos. “Era un salón de actos pequeño, pudo haber entre 25 y 30 estudiantes allí (…) no tengo el número exacto (…). Era el típico donde hay grandes grupos de niños (…) todos juntos, sin ningún lugar a donde ir”, retrató.
El portavoz de la Policía indicó que aún están investigando si la escuela era un objetivo premeditado del atacante o si accedió al edificio dada su cercanía con el lugar donde tuvo el accidente de tráfico. “Estamos mirando si había algún indicador, alguna bandera roja, mirando redes sociales”, explicó.
Olivarez también ofreció nuevos detalles sobre Ramos, de quien dijo que vivía con sus abuelos, no tenía empleo, fue alumno en un instituto de secundaria local, no tenía amigos ni pareja. La Policía no tiene conocimiento de que formase parte de ninguna banda y no tenía antecedentes penales.
Pese a haber recibido los disparos de su nieto, la abuela de Ramos sigue viva, y las autoridades están tratando de localizar al abuelo.