El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, acusó ante las Naciones Unidas a Rusia de atacar “escuelas, hospitales y edificios residenciales” en Ucrania, y sostuvo que “uno tiene que cuestionar” la permanencia del país liderado por Vladimir Putin en el Consejo de DDHH de la ONU.
“Están destruyendo infraestructura crítica, que provee a millones de personas con agua potable, a gas, para no morir de frío, y a electricidad”, manifestó el jefe de la democracia estadounidense.
El diplomático habló ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, exponiendo las distintas denuncias que se han presentado contra Rusia durante los últimos días, incluyendo la censura a los medios y los arrestos en las protestas contra la invasión.
“Uno debe cuestionarse si a un Estado miembro de la ONU que intenta tomar el control de otro Estado miembro de la ONU, mientras comete terribles abusos de los derechos humanos y causa un sufrimiento humano masivo, se le debe permitir que permanezca en este Consejo”, dijo Blinken.
Denunció que “hora a hora” aumentan las denuncias de violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos por parte de Rusia en su ofensiva en Ucrania.
El Consejo está formado por 47 países que pasan por un proceso de selección para integrar este órgano, por periodos de tres años.
“Rusia bombardea escuelas, hospitales y áreas residenciales, destruye infraestructura esencial que permite a millones de ucranianos tener acceso a agua potable, a gas, para no morir de frío, y a electricidad. También se ha disparado contra autobuses con civiles, automóviles y ambulancias. Rusia está haciendo esto cada día en toda Ucrania”, denunció.
Blinken advirtió que si el Gobierno ruso consigue derrocar al Gobierno de Volodímir Zelensky, “la crisis humanitaria y de derechos humanos sólo empeorá” y puso de ejemplo a Crimea, donde dijo que la ocupación rusa ha sido responsable de “ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, torturas y persecución de minorías religiosas y étnicas”.
El secretario de Estado recordó que la represión también está ocurriendo dentro de Rusia, donde miles de personas están detenidas por el simple hecho de manifestarse pacíficamente contra la invasión, lo mismo que periodistas que estaban cubriendo estos eventos.
Blinken desafió al Consejo de Derechos Humanos a mostrar unidad frente a esta situación y a no dejarse llevar por el discurso según el cual denunciar las violaciones de las libertades y derechos equivale a “politizar” los debates.
Pidió también que se rechace el argumento de Rusia, que más temprano intentó en el mismo foro justificar su incursión en Ucrania señalando que su intención es proteger a la comunidad rusofona que supuestamente está siendo atacada y humillada.