En un comunicado, el Departamento de Estado coloca a Rusia en el nivel 4 de sus recomendaciones de viaje, es decir, recomienda a sus ciudadanos que no se trasladen a ese país y entre las razones que aduce está la de que haya “hostigamiento” contra ellos.
La recomendación que se produce poco después de la emitida en el mismo sentido para Ucrania. En este caso, además, el Departamento de Estado ha ordenado que abandonen Ucrania las familias de los trabajadores de su embajada y ha recomendado la salida del personal no esencial ante la “amenaza” de una acción militar por parte de Rusia.
En su comunicado sobre Rusia, entre las razones que el Departamento de Estado aduce para pedir a sus ciudadanos que no acudan a ese país está la tensión con Ucrania pero también la posibilidad de que los estadounidenses sean objeto de “hostigamiento”, incluso por parte de “oficiales de seguridad del Gobierno ruso”.
Incluye otras amenazas como “terrorismo”, la pandemia o un “imposición arbitrario” de las leyes locales contra ellos.
Además advierte de que la habilidad del Gobierno estadounidense de ofrecer ayuda de emergencia a sus ciudadanos en Rusia está ya “seriamente limitada”, sobre todo en las zonas lejanas a la embajada en Moscú, debido a las propias limitaciones que el gobierno ruso ha puesto sobre el personal consular estadounidense.