Meta, la empresa matriz de Facebook, informó que a partir del 19 de enero ya no se permitirá a sus anunciantes crear campañas publicitarias dirigidas exclusivamente a algunos usuarios en función de criterios como la raza, etnia, afiliación política, religión u orientación sexual.
Se trata de uno de los movimientos más drásticos que la compañía ha tomado para minimizar la manipulación en su plataforma por parte de los anuncios.
Esta es la nueva prohibición que se aplicará a todas las aplicaciones que pertenezcan a Meta, según indicó Axios.
Esto incluye a Facebook, Instagram, Messenger y Facebook Audience Network.
Algunos ejemplos de temas que se prohibirán dentro de los anuncios son “matrimonio entre personas del mismo sexo”, “cultura LGBT”, “Iglesia Católica” y “fiestas judías.”
También se señaló desde Meta que se prohibirá cualquier tema o término relacionado con creencias políticas, cuestiones sociales y causas de incidencia. Esto, así como organizaciones y figuras políticas.
Otras prohibiciones de Meta
La compañía además prohibirá la orientación publicitaria en torno a ciertas causas de salud. Ejemplo de estos son términos como la conciencia del cáncer de pulmón y la quimioterapia.
A principios de este año, se impidió que los anuncios fueran dirigidos a usuarios menores de 18 años.
En el pasado, se resolvió con grupos de derechos civiles sobre anuncios de discriminación en la vivienda.
Estas variables ayudan a los anunciantes a elegir con gran precisión las características demográficas e ideológicas del público al que quieren llegar.
Pero a su vez, pueden contribuir a aumentar la polarización e incluso prestarse a abusos o a usos discriminatorios.
“No ha sido una decisión simple y ha requerido poner en la balanza intereses contrapuestos, dado que había argumentos tanto a favor como en contra”, apuntó en un comunicado el vicepresidente de Meta, Graham Mudd.
La decisión de Meta sigue la misma línea que las tomadas hace meses por otras firmas del sector como Alphabet.
Esto, que ya prohíbe a las campañas políticas dirigirse a públicos exclusivos en función de sus preferencias políticas, y Twitter, que no permite ningún tipo de anuncio político.
Meta, que dejó de llamarse Facebook hace apenas dos semanas, se encuentra en el ojo del huracán después de que una exempleada filtrara miles de documentos internos que indican que la compañía priorizó en múltiples ocasiones sus beneficios a la seguridad y el bienestar de los usuarios.