El “chamán” QAnon, famoso por asaltar el Capitolio de Estados Unidos con un sombrero de piel con cuernos el 6 de enero, se declaró culpable el viernes de obstruir procedimientos del Congreso, un cargo que conlleva una pena de prisión de hasta 20 años.
Jacob Chansley, un autoproclamado “chamán” y adherente de la teoría de conspiración de extrema derecha QAnon, se convirtió en uno de los invasores más emblemáticos entre los seguidores del expresidente republicano Donald Trump que intentaron detener la certificación del triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones de 2020.
Este treintañero de Phoenix, Arizona, está detenido desde el 9 de enero, luego de que el mundo entero viera imágenes suyas posando en los solemnes pasillos del Capitolio con un tocado de piel y cuernos, la cara pintada, el torso desnudo y portando una lanza con la bandera de Estados Unidos.
“Sí, su señoría”, dijo el viernes Chansley por videoconferencia al juez Royce Lambert en el tribunal federal en Washington, al declararse culpable del cargo más grave de los seis de los que fue acusado.
La sentencia está programada para el 17 de noviembre. Con su mea culpa se espera que su pena sea de entre 41 y 51 meses de prisión, menos los ocho que ya pasó tras las rejas, según la fiscalía.
Su abogado, Albert Watkins, pidió clemencia. “El señor Chansley no tiene antecedentes penales, sabemos que no fue un planificador (de los disturbios), no fue violento”, dijo.
Señaló que su cliente había sufrido durante varios años “trastornos de la personalidad” que habían empeorado con un período de aislamiento.
Watkins también solicitó que Chansley sea puesto en libertad mientras aguarda la sentencia, una solicitud que el juez Lambert dijo que consideraría.
Chansley, también conocido como Jacob Angeli, se encuentra entre los varios cientos de manifestantes arrestados tras la insurrección del 6 de enero.
Él y otros se declararon culpables después de que imágenes de video los mostraran forcejeando con policías, o amenazando a los legisladores y al entonces vicepresidente Mike Pence, quien ese día supervisaba el proceso de certificación del Colegio Electoral.
Los fiscales han dicho que Chansley dejó una nota para Pence en el estrado del Senado donde el entonces vicepresidente había estado parado minutos antes, que decía: “Es sólo cuestión de tiempo, la justicia está llegando”.
Según el cargo por el que se declaró culpable, Chansley se involucró en una “conducta desordenada y perturbadora” cuando obstruyó los procedimientos del Congreso y amenazó a los funcionarios del poder legislativo.
Chansley se decía “soldado” de QAnon pero su abogado aseguró que su cliente ha repudiado esas creencias.