El huracán Ida progresó a categoría 4, anunció el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, al tiempo que sigue acercándose a la ciudad de Nueva Orleans (sur), acompañado de vientos de 209 km/h.
“El gran huracán Ida continúa fortaleciéndose (…) Ahora es un peligroso huracán de categoría 4”, dijo el centro en su página web. Previamente, indicó que se esperaba que tocara tierra en la “tarde” del domingo.
Antes de su llegada a esta región del sur de Estados Unidos devastada hace 16 años por Katrina, la víspera, se llevaron a cabo cierres de negocios y evacuaciones en Nueva Orleans y otras ciudades de Luisiana.
“Todo el mundo está asustado porque es el aniversario de Katrina y la gente no lo tomó en serio en ese entonces”, dijo Austin Suriano, que ayudó a clausurar las ventanas del taller de reparación de relojes de su padre.
Este domingo, se cumplirá el decimosexto aniversario de Katrina, el devastador huracán que inundó el 80% de Nueva Orleans, dejando 1.800 muertos y miles de millones de dólares en daños.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que “Ida se está transformando en una muy muy peligrosa tormenta”.
Más temprano el viernes, las salidas de Nueva Orleans y otras ciudades con rumbo al norte se saturaron de evacuados tras el pedido de las autoridades para que los habitantes huyan o busquen donde refugiarse.
Todos los vuelos de domingo fueron anulados en el aeropuerto de la principal ciudad del estado de Luisiana.
El gobernador del estado, John Bel Edwards, dijo que sería una de las mayores tormentas en golpear Estados Unidos desde la década de 1850.
En Nueva Orleans, la alcaldesa LaToya Cantrell advirtió a los residentes que se tomen a Ida con la mayor seriedad. “El tiempo no está de nuestro lado”, dijo el sábado. “Está creciendo rápidamente, se está intensificando”.
Estado de emergencia
El sur de Luisiana se prepara para daños masivos e inundaciones, con lluvias de hasta 50 cm pronosticadas en algunos lugares, mientras la tormenta ruge a través del Golfo después de azotar el oeste de Cuba.
“La pérdida prolongada de energía es casi segura”, dijo el sábado a la prensa el director de seguridad de Nueva Orleans, Collin Arnold. “Imploro que se tomen esta tormenta en serio”, señaló.
Biden dijo haber enviado cientos de efectivos de emergencia a la región, junto con alimentos, agua y generadores eléctricos.
También se dispondrán refugios, pero Luisiana ha sido uno de los estados más golpeados por la pandemia, por lo que Biden urgió a seguir usando tapabocas y tomar precauciones.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos pronostica una “marejada ciclónica potencialmente mortal” cuando el huracán toque tierra a lo largo de las costas de Luisiana y Misisipi, advirtiendo de “daños catastróficos por vientos” que podrían generar tornados.
La categoría 4 es la segunda más alta en la escala Saffir-Simpson de huracanes.
Luisiana declaró el estado de emergencia en previsión de la tormenta.
La declaración de estado de emergencia, aprobada por Biden, canalizará fondos federales suplementarios y ayuda al estado sureño para reforzar sus esfuerzos de preparación y respuesta ante emergencias.
El huracán tocó tierra desde el viernes por la noche en el oeste de Cuba con categoría 1, con vientos máximos sostenidos cercanos a 128 km por hora.
La tormenta derribó árboles, dañó techos y provocó la caída de líneas eléctricas, causando cortes generalizados de energía, informó el sitio web del diario oficial Granma.
“Saldremos adelante”
Las advertencias sobre la llegada de Ida inevitablemente despiertan recuerdos sobre el funesto paso de Katrina, declaró Edwards en conferencia de prensa.
“Es doloroso pensar que otra poderosa tormenta como el huracán Ida toque tierra en este aniversario”, declaró el gobernador de Luisiana.
La gran diferencia es que desde entonces se realizó una fuerte inversión en un sistema de protección compuesto por diques, compuertas y bombas. “Este sistema será puesto a prueba (…) pero saldremos adelante”, añadió.
Mientras tanto, el huracán de categoría 1 Nora tocó tierra en el estado de Jalisco, en la costa central del Pacífico mexicano, dijo el NHC.
La semana pasada, una rara tormenta tropical azotó la costa noreste de Estados Unidos, dejando sin electricidad a miles de habitantes, arrancando árboles y provocando lluvias de un volumen récord.
Los científicos han advertido sobre un aumento en la cantidad de ciclones fuertes a medida que la superficie del océano se calienta debido al cambio climático, lo que representa una amenaza cada vez mayor para las comunidades costeras del mundo.