El primer vuelo con afganos que trabajaron para las tropas estadounidenses en el país asiático aterrizó este viernes en Estados Unidos.
Así lo anunció el presidente Joe Biden, en el inicio de una operación para evacuar a miles de personas ante posibles represalias de los talibanes.
Alrededor de 20.000 afganos trabajaron para Estados Unidos tras la invasión de 2001 a raíz de los atentados del 11 de septiembre.
Algunas estimaciones sugieren que el número total de posibles evacuados en el marco de este programa podría ascender a 100.000, incluidos familiares.
Muchos de ellos temen las represalias de los talibanes, que han conquistado una vasta franja del país. Lo anterior, desde que las tropas extranjeras iniciaron la última etapa de una retirada que debe completarse a finales de agosto.
“Hoy es un hito importante. Continuamos cumpliendo nuestra promesa a miles de ciudadanos afganos que trabajaron codo a codo con las tropas y la diplomacia estadounidenses”, afirmó Biden.
Tracey Jacobson, directora del Grupo de Trabajo sobre Afganistán del Departamento de Estado, informó que trasladarán a este grupo a la base militar de Fort Lee, cerca de Petersburg, Virginia.
“Todos han sido sometidos a un test de covid-19, se les ha hecho un examen de aptitud para volar. Hemos ofrecido vacunas en Kabul a quienes estén interesados en recibirlas”, dijo Jacobson.
“También ofreceremos esas vacunas en Fort Lee”.
Después, con la ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU, se les enviará a nuevos hogares, en algunos casos con familiares que ya residen en Estados Unidos.
“Tiempos difíciles”
El Secretario de Estado, Antony Blinken, reiteró el jueves el compromiso de Washington con los afganos que trabajaron para la misión estadounidense en Afganistán.
“Estados Unidos se compromete a ayudar a quienes nos ayudaron en tiempos difíciles en Afganistán durante los últimos 20 años: traductores e intérpretes”, dijo Blinken durante una visita a Kuwait.
Desde la Casa Blanca dijeron que se necesitará tiempo para procesar la solicitud de cada demandante y de su familia.
“Tenemos la absoluta intención de continuar con este programa después de la retirada de las tropas” el 31 de agosto, dijo Jacobson.
“Vamos a trasladar a la gente tan rápido como nos sea posible desde el punto de vista logístico”, añadió.
Jacobson dijo que el gobierno estadounidense está estudiando cómo ayudar a los afganos que no reúnen los requisitos para el programa de visados pero que también se enfrentan a amenazas de los talibanes, como las mujeres líderes, los activistas de derechos humanos y los periodistas.
“La administración está considerando una abanico de opciones”, dijo.
El Congreso estadounidense aprobó el jueves por unanimidad destinar 1.100 millones de dólares para financiar la llegada de afganos que apoyaron la misión estadounidense.
El texto tiene que pasar por la Cámara de Representantes, donde se espera que obtenga la aprobación, y posteriormente debe recibir la firma de Biden.