Estados Unidos escuchó con el aliento contenido este lunes los argumentos finales del juicio contra el ex agente de policía Derek Chauvin, acusado de matar por asfixia a George Floyd, antes de que el jurado se reúna para dictar un veredicto sobre cada uno de los tres cargos imputados, por el temor que se desencadene una nueva ola de protestas.
La tensión fuera del juzgado se palpa en las calles de Minneapolis (Minnesota), sitiada por la presencia de miles de soldados de la Guardia Nacional estadounidense y otros cuerpos de seguridad, a la espera del resultado de la sentencia que podría llegar en los próximos días.
Tras los alegatos finales, que de momento continúan, los miembros del jurado deberán decidir si Chauvin es culpable o no de los tres cargos que enfrenta: asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Sin embargo, como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.
“Imprudencia”
En sus argumentos, el fiscal del estado de Minesota, Steve Schleicher, aclaró que ser policía es “una profesión noble”, pero que Chauvin “traicionó su placa y todo lo que representaba” cuando presionó el cuello de Floyd con su rodilla durante 9 minutos y 29 segundos.
Tras mostrar varias imágenes y videos de momentos del incidente, el fiscal subrayó que la manera en la que actuó Chauvin “no es la forma en que los policías están entrenados, siguiendo las reglas”.
“El acusado está siendo juzgado no por ser quién era, sino por lo que hizo”, dijo, mirando fijamente a los miembros del jurado.
Para el fiscal, la “clave” de este caso se encuentra en el propio video que dio la vuelta al mundo en mayo del año pasado.
Sobre esto, un abogado experto en derechos civiles, James DeSimone, explicó en declaraciones a Efe que considera que las pruebas presentadas por la Fiscalía serán “suficientes” para que Chauvin sea declarado culpable de los tres cargos.
“La Fiscalía le está pidiendo al jurado que use su sentido común, como el juez ordenó al jurado. (…) Los testigos de la Policía establecieron que Chauvin usó fuerza innecesaria e irrazonable al arrodillarse sobre el cuello de Floyd”, aseveró DeSimone, especializado en casos de violencia policial.
La defensa ataca
Lejos de esa opinión, el abogado defensor de Chauvin, Eric Nelson, cargó contra la Fiscalía y aseguró que no ha logrado demostrar la culpabilidad del exagente de policía.
En su turno ante los miembros del jurado, Nelson recordó la presunción de inocencia de su cliente y apuntó que la labor de la Fiscalía del estado de Minesota es demostrar “que es culpable más allá de toda duda razonable” y “no lo ha conseguido”.
El letrado pidió al jurado que considere la información que recibió Chauvin antes de llegar a la escena y se pregunte cómo debería reaccionar un “policía razonable”.
Además, explicó que la maniobra que utilizó Chauvin “no es un movimiento no autorizado”, por lo que el exagente cumplió con su deber dada la situación.
Posibles protestas
Las autoridades estadounidenses temen que la tensión de dentro del juzgado se traslade a las calles de muchas ciudades de EE.UU., por lo que se preparan estos días para hacer frente a una eventual ola de protestas o manifestaciones en el país una vez que se conozca la sentencia.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó en una rueda de prensa que el Gobierno federal se mantiene en contacto con alcaldes de las principales ciudades y con gobernadores para hacer frente a lo que pueda pasar una vez que se conozca el fallo.
El objetivo, dijo Psaki, es asegurar que haya espacio para las protestas pacíficas.
“Este país ha pasado por un largo periodo, sobre todo para la comunidad negra, de dolor y agotamiento”, no sólo por este juicio sino también por la “violencia adicional” registrada en las últimas semanas, dijo la portavoz de Biden.
Para esta tarde hay convocada una manifestación delante de la sede del juicio, en el centro de Mineápolis, a la que se espera que atiendan centenares de personas para pedir “justicia”.