La defensa del exagente de Policía estadounidense Derek Chauvin, acusado de matar por asfixia al afroamericano George Floyd, aseguró este lunes que la Fiscalía no ha logrado demostrar su culpabilidad.
Floyd perdió la vida el 25 de mayo de 2020 cuando cuatro agentes intentaron detenerlo por haber utilizado un billete falso para pagar en una tienda. Durante su arresto, Chauvin lo inmovilizó en el suelo presionando la rodilla contra su cuello hasta que dejó de respirar.
En sus argumentos finales, el abogado defensor de Chauvin, Eric Nelson, recordó hoy la presunción de inocencia de su cliente y apuntó que la labor de la Fiscalía del estado de Minesota es demostrar “que es culpable más allá de toda duda razonable” y “no lo ha conseguido”.
El letrado pidió al jurado que considere la información que recibió Chauvin antes de llegar a la escena y se pregunte cómo debería reaccionar un “policía razonable” ante la situación.
La muerte de Floyd a finales de mayo del año pasado desencadenó la mayor ola de protestas y disturbios raciales en décadas en EE.UU., después de que se hicieran virales los vídeos de transeúntes que grabaron cómo Chauvin presionó su rodilla sobre el cuello de la víctima, que se quejó varias veces de que no podía respirar.
Según los registros de las llamadas del 25 de mayo de 2020, la persona que alertó del incidente de Floyd dijo a la Policía que un hombre de unos 1,83 metros de alto “proporcionó un billete (de 20 dólares) falso” y “parecía bajo la influencia” de alcohol o drogas.
La Fiscalía y la defensa presentan por última vez este lunes sus versiones sobre lo ocurrido ante un jurado formado por catorce personas, aunque finalmente serán doce los que deliberarán y dictarán el veredicto.
Tras escuchar los argumentos de ambos lados, los miembros del jurado se aislarán y encerrarán en un hotel para repasar todas las pruebas presentadas en el juicio y llegar a una sentencia.
A lo largo del juicio, que empezó el pasado 29 de marzo, la Fiscalía ha argumentado que Floyd murió por la asfixia provocada por la presión de la rodilla de Chauvin, mientras que la defensa ha argüido que su muerte fue por otros motivos, como enfermedades subyacentes, la presión alta, el consumo de opiáceos y el estrés del momento, entre otros.
El exagente está imputado por los delitos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Sin embargo, como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.
Chauvin, de 45 años, se ha declarado inocente de todos los cargos.
La recta final de este caso llega en un contexto de creciente tensión en el país tras la muerte por disparos de policías del afroamericano Daunte Wright, de 20 años, en Brooklyn Center (Minesota) y de Adam Toledo, de 13 años, en Chicago, ocurridos ambos en las últimas semanas.