Las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron en marzo su mayor nivel mensual en 20 años, al aumentar un 71% respecto de febrero, informaron este jueves fuentes oficiales estadounidenses.
El mes pasado, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, en inglés) interceptaron a más de 172.000 indocumentados en el linde, de los que 18.890 fueron menores procedentes de Centroamérica que llegaron solos y cuyo número se incrementó un 100% respecto de febrero.
Esos datos, anunciados este jueves por fuentes oficiales del Gobierno estadounidense, evidencian la urgencia de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, donde la llegada de indocumentados no ha dejado de aumentar desde que el presidente Joe Biden asumió el poder en enero.
“En marzo de 2021, la CBP encontró a más de 172.000 personas que intentaron entrar por la frontera suroeste”, dijo una de las fuentes, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica.
Eso representa un aumento del 71,2% respecto a febrero de este año, cuando CBP interceptó en la frontera a un total de 100.441 indocumentados, según los datos oficiales.
De los más de 172.000 inmigrantes interceptados en marzo, un total de 168.195 fueron “aprehendidos” entre puertos de entrada, mientras que otros 4.136 llegaron a las garitas de ingreso de la frontera, donde en muchos casos son declarados “inadmisibles”, precisó la fuente.
La cifra de 168.195 detenidos entre puertos de entrada es la mayor en un sólo mes desde marzo de 2001, cuando la CBP arrestó a 170.580 indocumentados, según datos oficiales de la agencia revisados por Efe.
Ese récord inédito en dos décadas promete aumentar la presión sobre el Gobierno de Biden, cuyo secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, hará este jueves su tercera visita a la frontera sur, al desplazarse a El Paso y McAllen, en el estado de Texas.
La “mayoría” de las detenciones en la frontera afectan a adultos que viajan solos, aunque en marzo llegaron un 100% más de menores no acompañados procedentes de Centroamérica que en febrero, indicó la citada fuente.
El 60% de los arrestados en la frontera en marzo, un total de 103.900, fueron expulsados inmediatamente en virtud del llamado “Título 42”, una medida amparada en la pandemia de la covid-19 por la que Estados Unidos deporta a la mayoría de los adultos que viajan sin niños y a algunas familias.
El 28% de esos expulsados bajo el “Título 42” ya habían cruzado antes la frontera y sido deportados en virtud de la misma medida, un “alto nivel de reincidencia” que “supone un reto”, apuntó la fuente.
El Gobierno de Biden, así como el de su predecesor, ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la CBP, que están diseñados para adultos, no niños.
La mencionada fuente aseguró que se están haciendo “avances” en ese sentido porque a finales de marzo se llegó a un promedio mensual de 507 menores que salen cada día de los centros de la CBP, casi el doble que los 276 que abandonaban diariamente su custodia cuando acabó febrero.
Los menores que salen de la custodia de la CBP van a parar a albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que en las próximas semanas esperan ampliar de forma “crítica” su capacidad para acogerlos, aseguró una segunda fuente oficial en la rueda de prensa.