Un joven cajero de una tienda de Minneapolis afirmó el miércoles durante el juicio por el asesinato de George Floyd que se arrepentía de haber aceptado el billete falso de 20 dólares con el que pagó la víctima y que llevaría después a su arresto y posterior muerte.
“Si sencillamente no hubiera aceptado el billete, esto podría haberse evitado”, lamentó Christopher Martin en el tercer día del mediático proceso contra Derek Chauvin.
Martin, de 19, trabajaba como cajero en Cup Foods, la tienda donde Floyd usó un billete falso de 20 dólares para comprar un paquete de cigarrillos.
El joven contó en el juicio que supo enseguida que no era un billete legal, pero que lo cogió igualmente.
“Pensé que George no sabía realmente que era un billete falso”, relató. “Creí que le estaba haciendo un favor”.
“Lo tomé de todas formas y pensaba anotarlo en mi cuenta”, afirmó, refiriéndose a que la cantidad habría sido restada de su salario. “Me ofrecí a pagarlo”.
El cajero le comentó al responsable de la tienda lo que había ocurrido, pero este le dijo que saliera y le dijera a Floyd que volviera a la tienda.
Martin y sus compañeros fueron entonces hasta el auto donde Floyd estaba junto a otras dos personas, pero éste se negó a entrar de nuevo. Tras esto, el gerente de la tienda llamó a la policía.
“Incredulidad y culpa”
Eric Nelson, el abogado defensor de Chauvin, expuso en los argumentos de apertura que la muerte de Floyd estuvo originada por las drogas y por sus condiciones médicas previas, y no por asfixia.
Martin, de su lado, describió que Floyd parecía “drogado” cuando entró en la tienda, pero que fue “muy amigable, cercano y hablador”.
“Parecía estar pasando el Memorial Day normal, solo viviendo su vida”, relató. “Pero parecía drogado”.
El cajero contó que salió de la tienda cuando escuchó “gritar y chillar” fuera.
“Vi [a Chauvin] con su rodilla en el cuello de George en el suelo”, explicó. “George estaba inmóvil, flácido”.
En las imágenes de una cámara de vigilancia presentada al jurado, se ve al joven empleado, impactado, poniéndose las manos sobre la cabeza. Al fiscal, quien le preguntó qué sentía en ese momento, le respondió con la voz embargada por la emoción: “incredulidad y culpa”.
Después de aquello, Martin se mudó y no ha vuelto a pasar nunca por Cup Foods.
Imágenes virales
El martes, varios testigos de lo ocurrido ya mostraron su pesar por no haber podido “salvar” a George Floyd.
El testimonio más impactante fue el de Darnella Frazier, una joven de apenas 17 años en el momento de los hechos, que filmó las imágenes del drama que se hicieron virales.
Su grabación, publicada en internet, llevó a millones de personas a manifestarse contra el racismo y la violencia policial en todo el mundo.
Eso no impide que haya pasado “noches enteras pidiéndole perdón una y otra vez a George Floyd por no haber hecho más y no haber interactuado físicamente y no haber salvado su vida”, confesó entre lágrimas.
“Pero no era yo quien debía haberlo hecho de otra forma, era él”, concluyó dirigiéndose a Derek Chauvin.
El exagente, que pasó 19 años al servicio de la policía de Minneapolis, fue liberado bajo fianza, y comparece libre al juicio en el que se declara no culpable.
Su abogado sostiene que Chauvin aplicó un procedimiento acorde con su formación y que Floyd falleció debido a una sobredosis de fentanilo y sus problemas de salud.
El jurado debe entregar su veredicto hacia el fin de abril o comienzo de mayo.
Los otros tres policías implicados, Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao, serán juzgados en agosto por “complicidad de asesinato”.