El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se enfrenta a una rebelión sin precedentes de legisladores de su propio partido que quieren arrebatarle los poderes de emergencia para la gestión de la pandemia, después de que se conocieran las dimensiones de la crisis del coronavirus en geriátricos.
Los líderes demócratas del Senado de Nueva York comenzaron el miércoles a dar pasos para despojarle de los poderes de emergencia que se otorgó durante la pandemia a comienzos del año pasado.
Esta tarde, el senador estatal demócrata Gustavo Rivera, presidente del Comité de Sanidad, dijo que tomarán medidas lo antes posible para limitar los poderes del gobernador.
Esta medida legislativa sería por las críticas a su gestión respecto al coronavirus en las residencias de ancianos. Además, ha sido acusado recientemente de intentar ocultar datos que mostraban la gravedad de la situación en esos centros.
La medida podría ser adoptada la próxima semana en Albany (capital del estado de Nueva York) y lastrar la popularidad del gobernador, que tras la primera ola de la pandemia, que impactó con especial gravedad al estado, llegó a publicar un libro aleccionando sobre cómo gestionar la crisis del coronavirus y era visto como una estrella demócrata con proyección nacional, precisamente por su firmeza en responder a esta crisis.
El diario The New York Times reveló también este miércoles que el FBI y el fiscal federal del distrito este de Nueva York investigan la gestión de la administración de Cuomo en las residencias de ancianos durante los peores meses de la pandemia, especialmente con los geriátricos.
Según fuentes consultadas por el diario, la investigación está en sus estadios iniciales y no está claro si se enfoca en la gestión de Cuomo o de algún otro responsable.
Cuomo se arrogó amplios poderes para gestionar la emergencia sanitaria y desde marzo ha controlado la decisiones sobre confinamientos o distribución de vacunas.
Desde comienzos de año, los legisladores del estado han maniobrado para limitar los poderes de Cuomo, pero esas conversaciones tomaron mayor fuerza al conocerse las dimensiones de la mortalidad en los geriátricos por la pandemia, cuya recolección de datos no fue transparente.
La gota que ha parecido colmar el vaso fueron las revelaciones hoy del popular congresista de Queens Ron Kim, que acusó a Cuomo de amenazarlo por teléfono con arruinar su reputación tras firmar una carta con otros legisladores demócratas que criticaba al gobernador por no ser claro a la hora de publicar datos de muertes en residencias y de “obstrucción intencionada”.
La rebelión contra el gobernador, que ha defendido su gestión y la importancia de utilizar el poder Ejecutivo en una crisis sanitaria, es una muestra de la precaria situación de gobernador, ya que viene de miembros de su propio partido y se da después de más de una década en el cargo afianzándose en la política del estado a la espera, según analistas, de dar el salto a la arena nacional.